miércoles, 31 de marzo de 2010

Ultimos datos curiosos

Datos relevantes en mi ultima aventurilla:

Etapa más larga: 1ª. Vecilla-Pola de Gordón, con más de 92 km. Con cerca de 1000 metros de acumulado.

Etapa más corta: 4ª. Salas - Tineo, con menos de 25 km., afectado por gastroenteritis. Ascensión acumulada cerca de 600 metros.

Etapa más viciada: 5ª. Tineo - Pola de Allande, me desvinculé 100% del camino original con un desvio por carretera atajando. Menos de 35 km. y menos de 400 metros de ascensión acumulada. Aun seguía muy afectado por la gastroenteritis y ni vi el paisaje.

Etapa con peor climatología: 7ª. Castro - Fonsagrada, temporal con alerta naranja, la lluvia y viento fue de tal magnitud que solo pude hacer algo más de 25 km. Si me hubiera quedado esa mañana en el alojamiento, por la tarde haría más kilómetros, ya que en Galicia desaparecieron las verticalidades.

Etapa más dura: 3ª. Mieres - Salas, el perfil acumulado ascendió a más de 1.800 metros, con subida incluida, y fuera del trazado oficial, a San Miguel de Lillo y Santa Maria del Naranco. Curiosamente, la segunda más dura por su perfil, fue la penúltima, de Pedrouzo a Laxe, rompepiernas con una buena subida después de Ponte Ulla.

Tramo que me resultó más duro: en la segunda etapa Pola de Gordón - Mieres, una subida después de la ermita de Santa Marina, en este mismo pueblo, un tramo imposible que no era capaz ni de empujar la bici con las alforjas.

Tramo más divertido: muchos, pero por mencionar alguno, la bajada de Pajares; si bien podría mencionar muchos más.

Tramo deseado: y no efectuado, la bajada al embalse de Salime por camino, muy técnico y en un entorno impresionante, pero la climatología ordenó en ese momento no hacerlo.


Datos acumulados según GPS:
Distancia: proyectada 658,2 km., y con alturas 660,60 km.; una diferencia mínima respecto al velocímetro.
Tiempo en movimiento: 54:00:05
Altura máxima: 1.466 metros, después de Buiza en la segunda etapa.
Altura mínima: 39 metros, justo antes de Grado o Grau, en la tercera etapa.
Ascensión acumulada: 11.997 metros.
Descenso acumulado: 12.573 metros (la salida está a 795 metros y la llegada a algo más de 100 metros).
Máxima pendiente: 28,34% según el GPS después de Santa Marina, el tramo definido como el más duro. Bajando Pajares, una vez pasado San Miguel del Puerto, se sube a Santa Marina por una carreterilla, pues es el camino empedrado que parte a la derecha en el pueblo.
Mínima pendiente: 25%, justamente bajando Pajares, muy cerca de San Miguel del Puerto.
Los datos de pendientes corresponden a porcentajes mantenidas unos metros o tiempo determinado como mínimo, luego puede haber porcentajes puntuales superiores a los expuestos.


Peso al final de la aventura: 66 kg., con una pérdida de peso de casi 5 kg. Un pincel, vaya!!!!

Comparativamente con otras rutas de travesía que he realizado, no he disparado muchas fotos por la mala climatología salvando la cámara de su muerte. Si bien la mayoría que hice, están en mi galería de fotos de Picasa


SALud

martes, 30 de marzo de 2010

Laxe - Ourense

Por la noche me despierto varias veces por el enorme ruido de la lluvia sobre el tejado del Albergue. Me tengo que poner los tapones para poder dormir con garantías de descanso.

Diana a las 7:30 con los otros peregrinos, me levanto despacio, preparo todo y voy a desayunar productos de la máquina de vending (bollo de chocolate, cafe, valencianas y chocolate líquido). Pura energía para encarar el Alto de Santo Domingo a más de 700 metros. Sigue lloviendo.


Despues de despedirme de los peregrinos, salgo el ultimo y hago unas fotos del albergue. Para de llover milagrosamente e inicio yendo por el camino original, preciosos caminos rurales tiene nuestra tierra, llenos de árboles autóctonos llenos de vida. El firme es limpio y algo rodador, para lo que llovió por la noche.

Vamos subiendo progresivamente para volver a bajar hacia la estación de Lalín en Botos. Una vez allí volvemos a subir de forma fuerte, pero no será la definitiva, ya que se baja nuevamente por un camino rural empedrado y bastante embarrado, que acaba cruzando un puente sobre el rio Asneiro. Durante este tiempo me voy cruzando con más peregrinos caminantes.




Al pasar el Asneiro ya viene la subida final, estamos a 485 metros de altitud. La primera parte hay que esforzarse, en 500 metros nos situamos a los 650 metros. Más peregrinos caminantes, ésta vez extranjeros, alucinan con mi esfuerzo y yo dandolo todo, dejando el pabellón español y gallego por lo alto. No puse el pie a tierra en ningún momento.



Después del pueblo de Puxallos, la pendiente minora pero el suelo es muy blando con el esfuerzo que supone. Sigo cruzándome con muchos peregrinos en grupos numerosos. Menos mal que la carretera ya viene luego y me permite un momento de relax. Paso al lado del cartel del Alto de Santo Domingo, pero aun no hay que cantar victoria que aun queda el de San Martiño, después de Dozón.

La traza sigue por carretera un cacho hasta un pelín antes del alto de San Martiño, pasando antes por el nucleo donde se situa el Ayuntamiento de Dozón, O Castro. Allí reposto en el Bar Cantón, para recuperar un poco de fuerzas. Charlo con la dueña y un vecino madrileño que se vino a vivir su jubilación en este pueblo. Despues de tan grata conversación decido continuar que ya me queda muy poco. En principio, mi idea es comer en Cea para luego seguir hasta casa. Para llegar cuanto antes a Cea, decido ir por carretera.

Comienzo a subir nuevamente por la traza peregrinal para coronar el Alto de San Martiño a 810 metros de altitud. Normalmente, la traza viene del Monasterio de Oseira, incorporándose por la derecha según se va a Santiago. Como los caminos de ese tramo están muy embarrados, y la bajada desde el Monasterio hacia Cea es muy complicada por una calzada medieval empedrada y resbaladiza, así que decido no ir por Oseira.

Realmente el Camino de Santiago desde Cea sube hacia Dozón por O Reino, como traza oficial y más directa hacia el Santo. Esta traza es muy "comida" por el asfalto, con alguna salvedad. Y desde hace años, la traza normalmente se realiza por la variante de Oseira, desviándose en Cea para ir poder visitar el increíble monasterio, considerado como el Escorial gallego.


Explicaciones aparte, sigo y se comienza a bajar de manera fuerte y tenemos que hacer un desvio para salvar el rio Asneiros (distinto del Asneiro). Poco antes de O Reino veo un camino a mi derecha todo anegado, que es parte de la traza oficial, un poco más abajo, en el mismo Reino, veo la indicación precisamente para ir por él a Santiago. Un poco más abajo llego a un llano, justo antes de As Lagoas, donde echo en falta una arboleda a mi derecha y que sobra unas obras de movimiento de tierras para un futuro parque empresarial. Aunque a veces la naturaleza está reñida con el progreso y el empleo. Bien hecho está, aunque nos de pena.






Despues de la siguiente curva ya se ve San Cristobo de Cea, al cual accedo por la carreterilla que pasa por su cementerio, del cual dejo constancia fotográfica, al ser muy curioso. Son las 13:05 y llamo a casa para invitarles a comer en Tamallancos, pero mi mujer rehúsa indicando que tiene una empanada gallega para chuparse los dedos. "Espérame a comer" respondo inmediatamente ante tamaña oferta.

Voy hacia el centro del pueblo, retrato la torre de reloj y cuando quiero ir al albergue a sellar, me doy cuenta que me falta una bolsa estanca con la cartera con documentación y tarjetas, el smartphone con el que hago las crónicas, una linterna y otros efectos. Incluso a veces llevo la cámara de fotos y el teléfono principal cuando llueve en demasía.

Recapacita, Ignacio. La ultima vez la vi y la tuve en la mano, fue en el bar en Dozón. Despues no me doy cuenta de amarrarla nuevamente a la bici, seguro??? Creo que si. Bueno tal vez. Si, seguro que si. Llamo a casa para busquen el teléfono del bar e indicar los sucedido y comprobar que allí estaba.

Desde Cea voy en busca de la traza que conozco perfectamente de mis correrías domingueras por estos lugares. Una buena bajada para dar luego a un buen barrizal y agua estancada. Yo pensaba que esta parte estaría saneada, por lo del Año Santo, peor no es así. Lo pasé canutas, dejando la bici toda engorrinada y maloliente.

Una vez salido de esa pestilencia, voy por carretera desde Viduedo hasta Tamallancos ya que ese tramo intermedio baja por una trialera muy complicada, siempre con agua, o sea no se como estará ahora, será un rio. Trialera que ya más de alguna vez me dio algún susto, y no quiero que hoy sea uno más y me lesione. Luego baja al rio Barbantiño y vuelve a subir hacia Tamallancos por un camino correoso con agua.





Al pasar Tamallancos, se sigue por la derecha, al lado del parque empresarial, si se le puede llamar así a tan sólo 3 naves. En subida correosa con el firme de arena muy blanda, a veces con mucho barro. Una vez salido de este tramo se llanea hasta llegar a Sartédigos donde empezamos a bajar hacia Cudeiro en fuerte bajada. Ésta vez será la primera que suelte toda la amortiguación para bajar por una calzada medieval empedrada para hacer un descenso como siempre lo hago, pero esta vez con alforjas (y resistieron bien, prueba de fuego).

Una vez ya en la capital provincial, me dirijo a una gasolinera que está a lado de la traza, en el barrio del 21, a pasarle un agüita a la bici, pero sólo con una regadera. Llego al barrio del Puente y cruzo el Romano, foto y sigo hacia la catedral. Voy por la calle del Paseo y luego por Lamas Carbajal para llegar a la Plaza Mayor. Fotos y salgo por la calle Arcediagos, donde a media altura me detengo delante de la fachada principal de la catedral de Ourense, la de la escalinata.





















Allí en lo alto está el Rey David, sabio y músico, con la lira en su mano, antepasado en linea directa de Jesuscristo. Con cara tranquila contempla la escalinata que conduce a las puertas de la catedral, donde se encuentra el Pórtico del Paraíso, réplica simplificada y más bonita que el Pórtico de la Gloria de Santiago, en piedra policromada.










Camino Mozárabe. El Rey David en la fachada de la catedral de Ourense



Unas fotos y después un recuerdo íntimo y privado durante un momento y una dedicatoria en voz alta. Y algo que aún no he dicho, el padre de mi padre, también se llamaba David. Una llamada a un amigo que el año pasado realizó tambien el Primitivo con unas connotaciones similares a las mías.

Apago los elementos electrónicos, cámara, GPS, cuentakilómetros,... El Viaje ha terminado en este punto exacto, bajo la mirada de David. Atrás queda sufrimiento, sudor, gastroenteritis, mojaduras, fiebre, y sólo quedan los buenos recuerdos y los paisajes de estos 661 km. por parte de tres Comunidades Autónomas y cuatro Caminos de Santiago.


Ahora me dirijo despacio a mi casa, voy rodando tranquilamente con otro semblante y cara de satisfacción, disfrutando de cada losa de la calle Santo Domingo, luego de los adoquines de Bedoya, Camino Caneiro y casi estoy en casa. Calles por las que normalmente circulo en bici cuando regreso de las andanzas domingueras. Llego al portal, llamo y me bajan las llaves para guardar la bici. Enciendo la cámara de fotos para las dos últimas fotos de esta Travesía.

















Una vez arriba, besos y abrazos y la jefa me ordena ir directamente a la ducha. Después, un buen plato de lentejas y dos buenos trozos de empanada gallega, y efectivamente está de rechupete.

Dar las gracias a mi familia por permitir una vez más me dejasen hacer una aventura, a los amigos que me han llamado para interesarse por mi aventura y estado de salud, a los amigos y conocidos que han posteado o enviado sms, y a todas aquellas personas que, desde el anonimato, me han seguido y disfrutado con mis andanzas.

Distancia: 57,07 km.
Tiempo: 4:45:59
Velocidad media: 12,10 km/h
Ascensión acumulada: 978 m.


SALud desde Ourense y hasta la próxima Travesía.

lunes, 29 de marzo de 2010

Pedrouzo - Laxe

El destino final de esta travesía no es Santiago ni Finisterre, mi aventura sigue hasta la fachada principal de la catedral de Ourense, presidida por el rey David, antepasado en línea directa del Salvador, Jesucristo.

El dia amanece lluvioso, monto las alforjas bien temprano. Voy a desayunar y arranco a buena hora. Los 20 km que me separan de Santiago los hago integramente por la senda peregrinal, pese a la lluvia fina persistente. Lo único reseñable es la tachuelilla de Lavacolla, pero sin dificultad alguna, si bien podría serlo solo por el cansancio acumulado. Las subidas las hago a ritmo bajo para no sudar demasiado y luego no enfriarme en Santiago.

Llego a San Marcos y tiro la primera foto, acto seguido voy hacia el Monte del Gozo, donde hago también un par de fotos. De repente cae un aguacero que me obliga a buscar cobijo inmediatamente. Aún así, las piernas ya están mojadas.




















Una vez que remite, sigo hacia el Obradoiro, y como no, vuelve a llover a la entrada en la plaza. Hago una foto de la fachada y sigo rapidamente a la oficina del peregrino, casi desierta de peregrino, menos mal. La compostela se consigue rápido, si bien este año, este requisito no me importa si no lo tengo.




Ya con la Compostela en mi poder regreso a la catedral para cumplir parcialmente con los rituales. La misa será en Ourense, fin de mi travesía.


Entrada y salida por la puerta Santa. Recuerdos de aquellos que me dieron para Santiago y para alguien muy especial que ya no está.


Son las 11:30 y ya estoy saliendo de Santiago con 22 km encima. El resto de la etapa es seguir el Camino, cuya senda suele ir por asfalto con mayor o menor dificultad. Paso por Outeiro y su Albergue, el de Vedra, está cerrado. Las llaves hay que pedirlas en la casa de al lado. Yo solo quiero estampar el sello y como aún no hay peregrinos dentro, no pude.






Camino Mozárabe. Pico Sacro al fondo


A la altura de Puente Ulla me cae otro aguacero descomunal y como son las 13:30 aprovecho para yantar. Esta vez dura demasiado y tardo en salir. Pero la que cae solo lo sabemos los que allí estábamos y El de arriba.

Una vez fuera me dirijo a un supermercado y compro film de envolver los alimentos para envolver las botas y que no me pase como en el Alto del Acebo. Estoy monisimo. Prosigo y ahora me toca afrontar la subida de Puente Ulla. Hay que darlo todo. A ritmín.

Camino Mozárabe. Lestedo


A la altura de Loimil me confundo y sigo por un trayecto equivocado un rato. Es una carreterilla que va a dar a la N-525.



Decisión rápida, después de los varios aguaceros y mojaduras, ya va siendo hora que me de un respiro. Voy a seguir por carretera. Es una perversión, sí, pero mis viejos huesos piden una ducha y descanso. Así avanzo de forma más rápida. Bandeira, Silleda, otro aguacero, el puente sobre el Deza, Prado, otro aguacero (GRRRRR, ya vale, no?) y, por fin, Laxe. El Albergue donde ya pernoctara en 2007 cuando realicé la Vía de la Plata.

Ducha y cena en el Albergue a base de las corras de chorizo y salchichón, como me prestó. En compañía de una familia de Ourense capital, que iniciaron el Camino el sábado.




Mi madriña querida la que está cayendo fuera, en este momento que redacto la crónica, y que viento. Si es que es el tercer dia que me toca con Alerta Naranja en esta travesía.


Distancia: 71,74 km
Tiempo: 6:36:30
Velocidad media: 10,80 km/h
Ascensión acumulada: 1562 m

Hoy he pasado de los 600 km acumulados en la Travesía.

SALud desde Laxe

domingo, 28 de marzo de 2010

Lugo - Pedrouzo

Bueno, bueno, bueno. Hoy ha salido un dia rodador, en parte por el asfalto inicial y en parte por el suave perfil.





















Salgo de Lugo después de desayunar y hacer unas fotos. Se sale por el puente romano, que de romano ya le queda muy poco, siguiendo las flechas amarillas. Adelanto a varios peregrinos con el saludo ortodoxo. Al poco las flechas llevan por una subida a la izquierda, dirección Melide, si bien yo sigo Miño arriba cara Sobrado dos Monxes, escapando de la marabunta del Camino francés y buscando un perfil más suave.

Un poco más adelante las indicaciones de carretera cortada. Caida de un puente sobre un afluente del Miño; ya me había informado Rafa de este suceso. De todas maneras, me acerqué al susodicho, no fuera que una bici sí pudiera pasar y un cuatro ruedas no. Negativo. Echo mano de la cartografía y localizo otro un pelín más arriba.

Todo controlado, pero por si acaso interrogo a un pescador que iba a la faena sobre la entereza del puentín y me responde afirmativamente. Ok, perfecto. Allá vamos.

La investigación fue muy fructífera, resulta que tomé un camino precioso de senderismo acolchado de hojas de roble que bajaba al afluente para convertirse en un maravilloso singletrack por la ribera en un paraje espectacular. Al llegar al puente, me dieron ganas de no cruzarlo y seguir el senderin río arriba. La cabeza pudo más y lo crucé.

Ahora había que enlazar con el track. Echando mano de la cartografía nuevamente encontré otro sendero que me dejaba justamente en la traza. Semitrialero en subida y me lo pasé "pipa" hasta que encontré barro a lo bestia. Ahora ya no podía retroceder. Lo salve como pude y efectivamente ya estaba en la traza.

A partir de ahora asfalto por carreterillas locales hasta enlazar con la carretera LU-232, donde la monotonía se apodera de la ruta, una carretera con buen arcén y firme y con muchas rectas y toboganes. Ahora subo, ahora bajo. Así todo el rato. Sólo la aparicion de un ciclista "de comprar pan" me despertó de mi aletargamiento. Ahora casi lo pillo, ahora se me escapa. Como el gato y el ratón, pero él con rueda fina y yo con una 2,30 delante.



Al llegar a Friol para a tomar un refrigerio que el puerto viene luego. Además lavo la bici y lubrico la transmisión. Casi me da un beso. Aparta! Qué nos ve la gente! Jeje.

Reaundo y me esfuerzo en plato mediano hasta la cumbre de 725 m de altitud. Una bobada. Casi al final de la subida, veo un grupo numeroso de peregrinos que se incorpora por la derecha, es el enlace del Camino del Norte. A partir de ahora ya se empieza a ver la señalización peregrinal, hasta el momento inexistente.





Una vez arriba me detengo a yantar que son las 13:25 horas. Un caldo gallego estupendo que repito, una tortilla francesa con chorizo y para rematar unas costillinas. Qué bueno. Había también unos peregrinos, compañeros de trabajo en Madrid y que han salido en Villalba, con los que charlo un poco.

Acabó pronto y me dirijo hacia Sobrado, a 6 km más allá y bajando. Visito el monasterio por fuera y algo de lo que me dejan ver los voluntarios cuando me sellan la credencial. Son las 14:35 y el horario de visita es a partir de las 16:30 y como no tengo ganas de perder mucho tiempo continuo mi ruta, a sabiendas que Sobrado era el fin de etapa planificada.





















Me dirijo a Boimorto, siguiendo las flechas amarillas, ya que sigue siendo Camino del Norte. A veces por camino, y la mayoría por carretera. Llegado a Boimorto decido bajar 12 km hasta Arzua y luego seguir ya por él camino francés, que me es bien conocido de cuando lo realicé en 2006, y del que guardo buenos recuerdos.


En Arzua estampo sello e interrogo a la hospitalera sobre distancias a los siguiente albergues: 16 km al de Santa Irene y 3Km más al de Arca en Pedrouzo. Ok, a rodar, se ha dicho.

Me lo sigo pasando genial por la traza del francés y cuando llego al Albergue de Santa Irene, donde tenía pensado alojarme, no me permitieron dejar a buen recaudo a mi compañera. No me gusta dejarla en un pasillo fuera sin cerrar, no con los amigos de lo ajeno rondando por ahí fuera.


Así continuo hasta el siguiente Albergue. Ruedo un poco más, total que más da. A ver sí el otro son más permisivos con el tema de la bici.


Y efectivamente sí, el hospitalero es un mar de amabilidad, demasiado pienso yo. Claro! Cuando pagué me di cuenta, estaba en el privado, pero por lo menos la bici a buen recaudo. 10 euros por la tranquilidad. Y que más da. Además hay un grupo de chavales/as, de un grupo escolar, que le da un toque juvenil, alegre y festivo al tinglao este del Camino.



Distancia: 90,81 km
Tiempo: 7:09:10
Velocidad media: 12,60 km/h
Ascensión acumulada: 1441 m.



SALud desde Pedrouzo

Padrón - Lugo

Bueno, hoy por fin la climatología dió tregua y pude rodar como es debido.

Me levanto con los otros peregrinos a las 8:00 y voy dejando que salgan para tomar un refrigerio tranquilamente. Cuando casi estoy acabando llega el jefe de Protección Civil y me echa una bronca por no dejar libre el Albergue a las ocho según las normas. "No se preocupe. En 5 minutos salgo", respondo tranquilamente sin dejar de pelar mi manzana.

Sale y vuelve, y como si nada hubiera pasado, se pone a charlar conmigo con total normalidad. Bueno... Vale.


A los 5 minutos salí como prometí. Son las 9:00, amarro las alforjas fuera y ajusto la tecnología a los valores correctos y arranco. El dia está fresquete y el Camino sigue desde el centro de Padrón por un camino que sale al lado de la iglesia y va paralelo a la carretera. Como ayer me detuve en el albergue en las condiciones que llegué, ni me di cuenta que el albergue está en la misma carretera, algo desviado de la traza peregrinal.  Así enfilé por la carretera también pensando que iba bien. Al darme cuenta del error, analizo y compruebo que la traza va en la misma dirección que la sinuosa carretera, atravesándola varias veces a modo de atajo. Ok, un poco más adelante, ya me junto al track.

Una vez situado en la traza veo un primer atajo, del que paso olímpicamente, y de ese segundo ya no: tiene algo de pendiente y una bajadilla maja. Good sensations, Oh my God! Happiness.



En el siguiente soy conservador, que está super embarrado, así que voy por lo fácil. En Pedrafitelas pasa muy cerquina de la carretera y voy a su encuentro.

A partir de aquí un caminín que va paralelo a la carretera ganando cota respecto a ésta. Se pasa por un mirador. El camino se convierte en el lecho de una bajante de agua, intento no mojarme los pies. El suelo es pedregoso del tipo pizarra.




Subida hacia Hospital de Montouto


Sigo subiendo y el terreno juega a mi favor, estoy muy acostumbrado al mismo; llego a unas casas que están a un nivel mucho más alto que la mayoría del pueblo de Montouto. Sale un jodido perro que, por detrás, intenta dar una dentallada a las alforjas. Algo hace porque ruido hizo. Me detengo más allá, fuera del alcance y visión del chucho, y mientras rebajo las aceleradas pulsaciones, reviso las alforjas y parecen intactas, menos mal. No se cómo pueden tener un perro así suelto en pleno Camino de Santiago.

Prosigo y una vez arriba a 1024 m. están las ruinas del antiguo Hospital de Montouto, las que visito tranquilamente. Después viene una maravillosa bajada rapida, primero por pista forestal, después un caminín con buena pendiente y algo de trialera y luego se vuelve pista hasta Paradavella a 695 m. de altitud. No hay bar abierto así que prosigo.













a
Hospital de Montouto


Ahora el camino se convierte en la C-630 hasta A Lastra donde se desvía a la izquierda subiendo un camino con gran pendiente. Las vistas son buenas. Ya arriba después de un empujing parcial, nos juntamos nuevamente con la carretera C-630. Estamos en el Alto da Fontaneira y un poco más allá está el pueblo que da nombre al alto. Me detengo a repostar y una pareja de la Guardia Civil también está descansando.

Empezamos a charlar y resulta que son Huelva y han subido por quince días para patrullar esa zona del Camino. Además uno de ellos es adicto al BTT, así que ya podeis intuir el tema de conversación. Horquillas, RP2 o RP23, recorridos, foros,... Vaya! Bobadas. Mientras doy cuenta de un bocata jamonero. Dios, cuanto tiempo sin tomarlo en ruta. Esto coge forma y tono.

Nos despedimos y cada uno sigue su camino. Prosigo por carretera y creo que el trazado original también. Y bajo y sigo bajando hasta que veo una indicación a la derecha, voy por ella y se convierte en barrizal y además varios árboles atravesados cruzan el camino. Esta vez hago caso a mi amigo Ricardo indicandome que no bajase este tramo por camino.

Así llego a O Cadavo por asfalto. Me dirijo al Albergue para sellar y no hay nadie, ni sello, abierto está pero desierto. Prosigo y se desciende al Regato Lameirón para volver a subir pasando por la parroquia de Pradera. A partir de aquí lo doy todo yendo a ritmín en molinillo en una cuesta de 400 metros. Cuando voy casi por la mitad veo la pendiente y paro enseguida. El 20% es demasiado, aunque pueda ahora, más adelante lo pagaré, déjalo estar. Y tampoco forzar la transmisión que ya va bastante tocadilla.


Empujing y cuando minora la pendiente, entonces sí, arriba a la bici. Ahora es pista forestal y comienza a bajar hacia Castroverde. Antes visito la capilla del Carmen y llamo a Loli, la mujer de mi amigo Ricardo, que está a 500 metros más abajo en Vilabade en casa de su prima Ana en una comida familiar.


Me tiro para abajo y allí aparece Loli con dos primas a recibirme. Me acerco a la casa con ellas. Y la anfiotriona insiste en que me quede a comer con ellos. Fui prudente y no repetí del cocido. Con excepcion del butelo, carne de cerdo con picante dentro de una tripa, tipo las androias, uhm qué rico estaba todo. Para rematar una tarta de hojaldre, un bizcocho casero y una trenza de Ourense traída por Loli. Ufffffff!!!!!!

Loli ante la iglesia de Vilabade


A las cuatro y cuarto di las gracias a los anfitriones, Ana y Luis, me despedí del resto de comensales y al final de Loli, que me acompañó hasta la iglesia del pueblo. Gracias nuevamente.

Con el buche requetelleno, prosigo mi Camino yendo todo el rato, los 22 km restantes por el trazado original. Alterna caminos acondicionados con carreterillas locales y caminos rurales. La senda tiende a bajar con unos leves toboganes reseñable dos de ellos por su pendiente. Ya muy cerca de Lugo la traza va dando unos giros y vueltas para evitar lo más posible la carretera C-630 con mucha afluencia de tráfico por la proximidad de Lugo. Este tramo me agrado bastante, permitiendome rodar a buen ritmo, si bien no forcé nada.

A 2 kilómetros de la capital me superan un grupo de 6 bikers, mientras estoy parado para beber. Continuo y los alcanzo luego y no se me despegan nada en una zona minitrialera. Estoy hecho un zoquete. Charlo con uno de ellos hasta nuestra separación, ya en Lugo.




Busco el Albergue, bien fácil de encontrar por las indicaciones y veo 40 metros antes un aparcamiento de bicis. Entro y le digo al hospitalero que quería alojamiento. DNI y la credencial, responde secamente. Voy a buscar ambas cosas a la bici y al volver me dice "Y la bicicleta, fuera", señalando con el dedo el aparcabicis. Me opongo ante un posible robo y lo resuelve indicandome "a ver sí te la consignan en la Estación de Autobuses". Con una borderia supina.

En esas condiciones anule mi solicitd de alojamiento. Al final encontré en el Hostal San Roque, muy cerca y gracias a Rafa. Que ellos estuvieron también aquí alojados. Igualmente les pareció muy borde el hospitalero.


Mañana decido si voy por Sobrado dos Monxes o por Melide. Casi lo determinaré por el ascenso acumulado, ya que en ambos casos la salida es por carreterillas locales.

Distancia: 65,22 km incluido el callejeo y busqueda de alojamiento
Tiempo: 5:27:27
Velocidad media: 11,90 km/h
Ascensión acumulada: 1135 m.


SALud desde Lugo

viernes, 26 de marzo de 2010

Castro - Padrón (Fonsagrada) Bis

Repito la entrada, a ver si esta vez sale entera.




Esta vez no fue ni malestar ni que la bici no quisiera, hoy la climatología fue la que me ganó la mano y, usando el argot futbolero, por goleada.

Despierto varias veces en la noche por el ruido del viento. Me levanto a las ocho y llueve, me aseo y me visto de paisano para preparar el desayuno. Mientras estoy desayunando se levanta Ricardo y su hijo Oscar. Ricardo me pregunta con ironía si llevo cadenas, informandome que en El Acebo amaneció nevado. Preparo la limonada alcalina y me voy a cambiar y preparar las alforjas. Cuando ya estoy listo, veo que Begoña está también levantada.

Me ofrece alimentos para el viaje y acepto fruta. En vista de la barbaridad de lluvia que estaba cayendo, insiste en que si hace falta que los llame e irán raudos a auxiliarme. Le di las gracias y me despido de estas personas tan atentas.

Subo por carretera con un impresionante viento en contra y lluvia. Mucho más fuerte que el de la jornada pasada. La pendiente se va pronunciando más y con golpes de viento fuertes. Son solo 7 km pero ya se ven las montañas nevadas ahí, a nada. Yo erre que erre en plato mediano con una pendiente superior a los anteriores puertos.









Cuando estoy cerca del alto tengo que bajar al platín de lo que empuja el viento. La lluvia amaina y casi para. El viento parece que cesa y vuelvo al plato mediano.

Al llegar a Bustelo del Camin, el Camino cruza la carretera y unos peregrinos me saludan. Ellos van a mi izquierda por el camino original y completamente nevado. Sigo de frente y al poco llego al Alto del Acebo 1030 m. Hago unas fotos y sigo que hace un frio del carajo. Desciendo un poco, cruzo la división política autonómica, ya estamos en Galicia, y se vuelve a subir y recuperamos cota hasta llegar a los 1050 m. donde un nuevo cartel indica Alto Do Acevo, será la version gallega, digo yo.

El viento y la lluvia arrecian a limites insospechados haciendome un daño atroz en la cara. Noto que los pies empiezan a ir calados. El resto va húmedo pero sin importancia excepto los guantes. El frio se va apoderando de mi sobre todo en los pies.
















Puerto del Acebo



Sigo avanzando a duras penas con cuidado por las rachas de aire y para que el frio no produzca una hipotermia. Las botas son charcos en su interior y lo que es peor, helados. En medio de la bajada tengo que guarecerme de lo que nos está cayendo. Mi madre!!! Arriba estábamos a 2 grados y aquí no mucho más. Me estoy enfriando así que tengo que proseguir con lluvia excesivamente fuerte. Es todo carretera en bajada, el viento me frena así que tengo que dar pedales y así también mantengo la temperatura corporal.

Por fin veo A Fonsagrada y en un alto, leches! Que voy congelado! Los pies se ahogan en las botas, con una temperatura igual a la del Mar del Norte. Por fin llego, paro en el primer bar a calentarme con un te caliente con limón y un acuarius. La parada me enfria y me voy rapidamente al Albergue a decidir que hago, situado en Padrón, a 1,6 km. despues de Fonsagrada.


Fons Sacrata. A Fonsagrada


Al llegar ya hay varios peregrinos que han tenido que bajar en coche, unos llamando a un taxi y otros en un todoterreno que pasaba por allí. Hasta la nieve les cubría. Nada que decidir ante una cama una ducha y la posibilidad de secar las botas. Así pues, duchita y a sanear las botas lo primero, después la ropa, y luego a analizar la jugada.

En la cocina del Albergue los caminantes se preparan a yantar a base de latas mientras yo me siento en la salita analizando lo que voy a hacer. Me entra la hambruna y charlo sobre ello con Bruno, el hospitalero de Protección Civil, ofreciéndose muy amablemente a llevarme y después a recorgerme a un restaurante de Fonsagrada.

Una vez yantado, vuelvo a sanear las botas para que sequen lo antes posible. Las horas van pasando... Y por la tarde el dia mejora una barbaridad pero en ese estado no se podía seguir.

SALud desde Padrón

Castro - Padrón (Fonsagrada)

Esta vez no fue ni malestar ni que la bici no quisiera, hoy la climatología fue la que me ganó la mano y, usando el argot futbolero, por goleada

Pola de Allande - Castro

Me despierto sobre las 6:15 con el ruido del diluvio que cae fuera. Pensando en el dicho asterixiano "el cielo se cae encima de nuestras cabezas" me acomodo un poco más, bajo las mantas que no son horas y "no hay necesidad" de hacer el tonto. El Alto del Palo (1147 m.) seguirá un ratín más donde está.

Ya a las 8:30 me levanto y compruebo que no llueve, me aseo, monto toda la película y bajo a desayunar tranquilamente. Nuevamente te con limón, pan fresco con mermelada y a mayores un acuarius.


Salgo dispuesto a llegar a Castro por carretera todo en vista de lo que había caído por la noche. Inicio en una altitud de 535 metros y al poco veo una gasolinera y le echo un agüita a la transmisión y limpiar las arenas y barro, que cruje como un gocho en matanza. El gasolinero sentencia: 12 km hasta el Puerto.

Sigo y veo unas montañas muy altas orientadas a las 11 parcialmente nevadas. ¿no...? Sí. Me temo que si. Pues si que está muy alto, si. Además ese ruido infernal que se oye es del ligero viento que llevo de cara al chochar contra unas torretas de alta tensión un poco más arriba. Pues si que debe hacer la pera de viento allá arriba, si. Bueno...



Subida hacia el Puerto del Palo


Voy subiendo una zigzagueante carretera remontando el río Nilsón ya con un aire desatado a capricho de Eolo. Muy racheado, con cada metro de altitud que ganaba la cosa se ponía peor, y eso que me abriga la propia montaña. Empieza a llover, menos mal, hacía dos días que no rodaba con lluvia. Y que es ésto? "folerpiñas", en castellano "copos de nieve", vaya con el día!!! Viento, lluvia, nevada. Menos mal que, por lo menos, parece que no va a cuajar.

Sigo subiendo pausadamente contra los elementos en plato del medio sin forzar, aún queda mucho. Al alcanzar los 700 de altitud, veo en frente el Picu La Casilla, de la senda de Hospitales, que en su último tramo hace un cresteo demoledor con este viento soportado lateralmente. También lo veo muy alto, más que el Palo.

El viento se hace más fuerte y sonoro y sobre todo muy racheado y sigo en plato mediano, que no se diga. Llevamos todo el rato dirección noroeste, sí, noroeste. Debe ser la mejor salida de Pola para ir al suroeste, cosas de la orografia, que en estas tierras tiene una verticalidad muy curiosa. El paisaje también, pero con lluvia no levantas tanto la vista de la rueda.



A los 840 metros el Nilsón viene haciendo un giro de 90 grados salvando la terrible falda de La Casilla, así nosotros cambiamos de dirección a suroeste. Vaya! Ahora sí, vamos en buen sentido.

A los 950 metros la carretera tiene que salvar un gran desnivel yendo al nordeste y regresar al sudeste. Con ese cambio algo me ayuda él viento, pero poco porque al ser racheado, se le dió por no soplar demasiado cuando lo tenía a favor y un poco más cuando lo tenía en contra. Y yo en plato mediano.







Fuente Les Muyeres, 1100 metros de altitud y a escasos 400 metros de coronar. El viento es tan impresionante que me bandeada a los lados, casi me tira un par de veces contra en quitamiedos. JOER!!! Firmeza al manillar y mucho cuidado.

Corono por fin El Palo y foto al cartel. Lugar inhóspito en el que no me quiero quedar ni un minuto más de la cuenta, y menos con esta climatología.





Me asomo al camino con rueda y todo. Me lo pienso, pero una trialera de coh... con esa pendiente y este viento... Que no se diga que lo intenté. Regresé al asfalto y a bajar tranquilo, si bien, el camino cruza la carretera un poco más abajo. Me detuve en el cruce peregrinal y me volví a asomar al nuevo tramo. De repente la bici bajó sola senda abajo. Yo no quería, fue ella. Que quede esta acusación como alegato de mi defensa.

Así bajamos los dos por un singletrack divertido hasta Montefurado y cuando la traza se convierte en camino con hierba y barro mezclado con heces ganaderas y más lluvia, decido volver al asfalto para afrontar los proximos kilómetros en subida hacia La Mesa.

Paro en Lago a tomar te y un acuarius. No tienen nada sólido que sea sano para mi estado. Prosigo y voy viendo por donde cruza el Camino para ir por él. Nada, imposible, una senda de barro. Decididamente voy a Grandas de Salime por carretera. Tenía muchas ilusiones en ese trazado, pero cuando no pueder ser, no puede ser.

Deja de llover. Algo es algo. Hala! Allá va el Tejo centenario, me lo pasé de largo por ir de asfalto. El cielo empieza a clarear, en las montañas de allá sale el sol. Estupendo.

Llego a El Campón, vaya, por ahí se va a La Mesa, menudo subidón, y luego otro peor. Yo a lo mío y a ir tranquilito.

Una vez pasado el pueblo hay una carreterilla que sube dando una vueltita y se une al Camino más arriba. La bici sigue por ahí. Quieta!!! le digo y no me escucha. Está aburricada, pero mira que está turriona hoy!!!!. Así subimos una petadilla impresionante en platillo y a los 600 metros cuando ya era mucho mas suave, y a punto de enlazar con la traza peregrinal, el cielo se ennegreció y nos cayó literalmente en nuestras cabezas. Vaya granizada!!!

No te lo dije? Qué esperabas, con este día? Me harás caso a partir de ahora? Le dije a mi compañera. Sin decir nada, dió la vuelta y regresa conmigo encima hasta el punto donde nos desviamos de la carretera, bajamos muy despacio a causa del dolor por los impactos del granizo en la cara. El resto del dia no articuló palabra alguna más.

El granizo se torna en lluvia mientras descendemos hacia el embalse de Salime. Me llama mi atención la verticalidad de las montañas. Aquí podrían practicar Bikeparapenting, andar en bici por un sendero y al llegar al collado dejarse caer buscando otro sendero, volando de sendero en sendero.

...

------- Nota: la crónica se cortó por algún signo en el mensaje, dándome cuenta al insertar las fotos. Ahora incluyo la parte que no se publicó. -------

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Después de un buen rato de bajar con sumo cuidado, que no quiero ser yo quién ponga de moda el Bikeparapenting, llego a la intersección con el camino que baja de la montaña. Qué buena pinta, JOER!!!


Sigo, cruzo la presa (250 m. de altitud) y todo para arriba en plato mediano. A ritmín por unos buenos rampones. Recibo varias llamadas pero la cobertura es muy deficiente por no decir nula. Lo siento. Desde este lado del pantano la verticalidad es soberana recordandome a los Cañones del Sil o a los Arribes del Duero. Por cierto, ahora que veo la otra orilla, ¿cómo puede bajar por ese lado el Camino? Vaya locura. En fin...

Tambien se ve o intuye el embarcadero donde debería de pasar una supuesta barca de una orilla a otra. Pero la bajada por camino, en esa verticalidad me parece también soberana y casi imposible. Desde hace varios kilómetros no disparo muchas fotos por la continua lluvia, pero en aquí si que me decido a dispararlas.















El embarcadero está detrás del promontorio de la izquierda. La lluvia sale reflejada con esas linea verticales blancas



Después de la exigente subida de seis kilómetros llegamos Grandas de Salime en torno a las 15:30. Sello y voy a yantar en A Reigada por recomendación del bueno de Miguel Angel, digo bueno porque también se encargó de reservarme hospedaje en Castro, como ya hiciera en mi Camino del Cid. El teléfono me lo había facilitado ayer Juan -Mambru-, que no tardó ni 20 minutos en conseguirlo; ese y otros dos más de respaldo por si no tuviere plazas. Gracias a los dos.

Una vez acabado y con el buche lleno me dirijo al Museo Etnográfico para una visita semi-guiada. Impresionante. He recordado utensilios que usaba mi abuelo como mecánico de camiones y que yo veía de pequeño, así como aperos de labranza que vi usar a mi tío en Lalin, o verlos en fotos de mi padre usandolos cuando era joven y echaba una mano en casa por vacaciones.




















Es digno de visitar. Dejarse perder en el pasado dos o tres horas. La mía fue rápida, en torno a una hora, estaba aterido de frio, además de seguir lloviendo durante la visita; así que rapidamente me fui a Castro al encuentro de una ducha bien calentita. Alternando entre camino y carretera llegué en un suspiro.

Llegué lloviendo, para no variar, al Hotel Chao Samartín, un hotel rural muy confortable y acogedor, regentado por Begoña y Ricardo, muy amables y simpáticos con los que tuve una conversación animada. Ricardo me comentó que no cree que el embarcadero se usase nunca para los peregrino. Estaba para pasar los coches de una antigua carretera que quedó sumergida por la presa. Para pasar hay un teléfono donde llamar y te informan de la hora de transito.

Además, al estar cerrado el Albergue y ser peregrino, me proporcionaron la cena y el desayuno de mañana, servicio que normalmente no ofrecen. Esto es atención también. Siempre es grato encontrar personas así. Altamente recomendable.



SALud desde Castro