jueves, 11 de julio de 2013

Regreso a la Sierra del Xures

Cuatro años atrás, en marzo de 2009, montamos una buena por esta sierra, y alguien dijo que esta ruta tendría que repetirse cada año, al ser espectacular. Se congregaron muchos bikers y, aunque fue muy maja, las multitudes no son buenas en este deporte cuando quieres hacer algo nuevo y distinto: algunos van a su bola, sin saber por donde discurre la ruta y, al final, cosas que se quieren hacer, no se hacen.

Tras retrasar varias veces la convocatoria tanto por climatología como por el escaso quorum, la fecha quedó fijada para el 12/05/2013. Esta vez, la idea era ir en "petit" comité y repetir el trazado del 2009 con alguna variación. Básicamente se trata de salir de Os Baños, subir a las antenas de Santa Eufemia para luego descender por la Senda de los Contrabandistas hacia Portela do Homem, para luego ascender progresivamente hacia el Sendero de Las Sombras.

Una de las variaciones que tenía pensado por sendas con muy buena pinta al lado del río Homem, fue descartada a tenor de su inciclabilidad puesta de manifiesto en una incursión caminera a finales de abril. Otra de las variaciones la decidiríamos al llegar al cruce del Sendero de Las Sombras, podíamos bajar por este sendero y continuar hacia la Ermita de Nuestra Señora del Xurés o bien seguir ascendiendo por la parte alta de la montaña dirección hacia Lobios.

Así pues, quedamos a las 8:30 en el Puente romano para ir juntos: German, Julio y yo en un coche, Ruben Gil con Rubén Ivan en otro coche y Pablo en el suyo por tener que regresar al terminar la ruta. Mientras se esperaba por Pablo, nosotros fuimos a comprar pan para todos. Buen pan para preparar unos buenos bocatas al llegar a Os Baños de Rio Caldo.

Arrancamos en torno a las 8:45 y después de avanzar por la autovía a Celanova y retrasarnos por la feria en Lobios, llegamos a Vilameá en torno a las 9:30, donde la Ermita del Xurés nos vigilaba desde lo alto. Una vez en Os Baños, donde el Balneario de Rio Caldo, tres nos quedamos preparando nuestros bocatas jamoneros con tomate y los otros fueron a tomar un desayuno rápido. ¿pero bueno...?

Después de unas fotos iniciales, comenzamos a pedalear casi a las 10:00 horas. La altitud inicial marca los 378 metros. Se inicia un pequeño tramo por asfalto desde el balneario hasta entrar en el parque forestal. Comenzamos la pista de tierra y a los 200 metros nos desviamos a la derecha para contemplar los antiguos baños romanos realizados con ladrillos para mantener la temperatura del agua.







Continuamos y ya empezamos a ascender por la calzada romana, la Via XVIII del Itinerario de Antonino, conocida también como Via Nova. Suelo empedrado en constante ascenso, unas veces más complicado y técnico y otras menos. Mientras ascendemos atravesamos el arroyo Corga da Fecha do Curro, que desciende en cascada por una pared casi vertical. Impresionante, y por ahí sube una de las rutas de senderismo. A las 10:22 llegamos a los famosos miliarios, donde nos hicimos varias fotos y divertidas. Estamos en el punto kilométrico 3,7 y con una altitud de 503 metros.













Continuamos pedaleando siete minutos despues del breve y jocoso descanso, esta vez por una pista rio arriba por el margen izquierdo del Caldo. La pendiente se mantiene casi constante y el firme a veces tiene alguna piedra que otra. Hicimos bien en sacarnos las chaquetillas en los miliarios, el calor ahora es importante y la pendiente también.

En el kilómetro 5,4 se deja el Caldo virando a nuestra derecha para ascender esta vez al lado del arroyo la Corga da Fecha da Abella con una buena subida, si bien el firme mejora algo en cuanto a limpieza y compactibilidad. Algo más allá, volvemos a girar fuerte a la derecha enfilando dirección norte. La pendiente parece que se suaviza, si bien sigue siendo importante como se demuestra al mirar hacia atrás y la altitud respectos a las referencias visuales. Estamos a tan solo 747 metros de altitud y con menos de 7 km en nuestro haber.




Un leve descenso con un falso llano donde recordamos la caída de uno de nuestros acompañantes de la primera incursión, y donde tuvo que regresar a los coches. Curioso, siendo un aguerrido "descender", cayó en una leve bajada completamente limpia. Aún es hoy el día que no lo entiendo.

Despues de unos giros, rolamos nuevamente hacia el sur-oeste ascendiendo rio arriba por el margen derecho de la Corga da Canda, arroyo que desemboca en el río Caldo, justo al lado de los miliarios. El firme, con buena pendiente, se vuelve un poco más arisco con algo de piedra compactada con el suelo haciendonos resoplar un poquillo mientras vemos de frente altas cotas, las cuales cito indicando que hay que llegar para susto de alguno de mis compañeros.





En realidad, la traza vuelve a virar hacia el nordeste, con más propensión hacia el norte, una vez cruzado el arroyo, por una pista más limpia con buenas vistas de la sierra. La pendiente sigue siendo buena y vemos a nuestra izquierda, allá abajo, el camino por el que hemos venido. Parece mentira pero sí que se sube.










Tras un poco de esfuerzo llegamos a un cruce de caminos, a la izquierda se incorpora un camino llamado Senda de los Contrabandistas, por donde iremos más tarde, al regreso de Santa Eufemia, y 50 metros más adelante se incorpora por la derecha otro camino que viene directamente mucho más vertical y poderoso de Torneiros (frente a Os Baños).






En esta encrucijada estamos a 1.000 metros casi exactos de altitud y en nuestras piernas solo hemos rodado algo menos de 12 kilometros y una pendiente media del 6,5% constante. Son las 11:30 horas y nosotros seguimos de frente hacia las antenas. Eso si, a ambos lados las vistas son impresionantes. A la izquierda según subimos, los barrancos hacia el pueblo de Lindoso con unas laderas de pedregales muy interesantes de contemplar. A la derecha podemos ver la Ermita de Nuestra Señora del Xurés, allá abajo. Cuando antes parecía dominar el contorno, ahora parece dominada por nosotros.






Unas pendientes más con buen firme y unas vistas formidables, llegamos a un leve descenso que hace descansar nuestras molidas piernas. Bajamos algo las pulsaciones y llegamos a las antenas de Santa Eufemia. No llevamos mucha distancia recorrida, tan solo 14,4 kilometros, la altitud marca 1.110 metros y son las 11:52 cuando llego al vértice geodésico. Aquí descansamos un buen rato mientras hacemos fotos del paisaje con el embalse de Lindoso alla abajo y repostamos algo a base de barritas. Alguno, para no seguir cargando peso, se ventiló allí mismo el bocata que tenía para yantar.









El día es magnífico, vamos bien de tiempo y disfrutando de cada pedalada, que es de lo que se trata. Despues de unas buenas fotos, unas risas y comentar de bajar en una nueva incursión por unos caminos que vimos desde arriba, continuamos nuestra ruta a las 12:15 horas.














Regresamos sobre nuestros pasos a una velocidad de vertigo hasta llegar a la encrucijada antes comentada para virar a nuestra derecha para seguir la Senda de los Contrabandistas. Ahora el firme se complica un poco más, con más piedra y el camino menos limpio en leve ascenso que después será un poco más pendiente. Recordaba una zona muy rota que ahora está impracticable por las fuertes lluvias caídas este invierno. Es un tramo pequeño que hace que acompañemos a la bici a su lado, no encima.














Seguimos subiendo y mirando atrás vemos la traza por la que descendimos de Santa Eufemia. Si que está lejos, sí. Cruzamos una zona húmeda que resulta ser el arroyo de Corga da Canda nuevamente, pero a una cota 150 metros más alta. Llevamos algo menos de 20 kms., siendo las 12:42 horas. Un repecho más y comenzamos a bajar fuertemente por un camino algo roto con grandes reguerones producidos por el agua y alambrada a nuestra izquierda.

Debemos ir con cuidado, ya no por el mal estado del firme, sino porque tenemos que hacer un "trasvase" de caminos, dejando el que llevamos para seguir por otro en mejor estado y buen firme. Justo en el punto de "trasvase" cruzamos la frontera, entrando en tierras lusas, siendo las 12:57 horas y llevando 21,5 kms. encima de nuestras monturas. La altitud es de 945 metros.

Además en esta frontera, se abren unas vistas impresionantes portuguesas con el embalse de Vilarinho das Furnas delante nuestro. La foto que tengo de cabecera  en este blog está tomada en 2009 en este mismo lugar. Los compañeros tambien se detiene a tomar unas fotos, mientras yo, más purista quizás tomo una buena retahíla de ellas cada 10 metros. No me canso de disparar.







Seguimos bajando vertiginosamente con dirección a la frontera de Portela de Homem, mientras nos cruzamos con un grupo de tres senderistas que ascendían sudorosos bajo el sol atorrador. Llegamos a un nuevo cruce de caminos donde nos detuvimos a reagruparnos y comentar que ahí iniciábamos en tramo coincidente con el Trihlo das Pontes que hiciéramos hacía 15 días Julio, Sagrario y yo. Y que justamente en ese punto, de seguir de frente, la senda se hace impracticable para la bici, incluso casi para seguir andando. A la izquierda partía una senda que ascendía a una torreta de vigilancia.






El empecinamiento de Germán consiguió que fueramos hacia la torreta, y unos escasos 300 metros antes tuvimos que dejar las bicis por la total inciclabilidad de la senda y seguir a pie con dificultad, aunque tan solo llegamos arriba tres individuos del grupo: Germán, el instigador, Rubén Gil, no perdiendo detalle de ninguna vista y el que suscribe, como reportero gráfico que inmortalice la hazaña.





Realmente las vistas son muy buenas tanto del embalse de Vilarinho das Furnas como de la sierra al otro lado del Río Homem junto con su desfiladero. Despues de disparar unas cuantas fotos, decidimos descender   para encontrarnos con nuestros compañeros, retornando a la traza inicialmente diseñada. Otra pareja de caminantes procedentes de la frontera Portela de Homem nos saluda sin detenerse en su ruta.









Así lanzándonos por la pista con buena pendiente y buen firme, aunque con algún que otro surco realizado por la mano del hombre para la evacuación de las aguas pluviales, llegamos a las 13:35 horas a la frontera, antigua aduana hispana-lusa, cuya cota de altitud es de 768 metros. Hacemos un alto para un descanso y un buen yantar, a base de nuestros bocatas jamoneros con tomate, fruta, y algunos, el tupper de macarrones que llevaban en la mochila.

Despues de una charla de amigos y darnos crema solar para prevenir las quemaduras, media hora más tarde reanudamos la marcha, cruzando la frontera dejando definitivamente el pais vecino. Al poco giramos a la izquierda para seguir evitando el poco asfalto del día de hoy, yendo por un caminín algo sucio y poco pisado que no retorna nuevamente a la carretera, poco antes de la pista que nos conduce hacia el Sendero de las Sombras.








Esta pista se trata de un camino con buen firme que asciende progresivamente girando varias veces salvado diferentes arroyos y los collados de las montañas. Arroyos como la Corga da Cegañeira, Corga da Barranqueira, Corga da Fecha y Corga da Candela y alguno más también. Como he citado, se salvan collados que nos descubren vistas y parajes nuevos, hasta que, a la altura del Alto do Becerral, viramos nuevamente para encarar el barranco que forma el río Vilameá. Hemos recuperado la cota de los 1.050 metros y las vistas son preciosas, con el río descendiendo desde su nacimiento en las Minas de las Sombras hasta morir en el río Caldo a la altura de Vilameá.









Paralelo al río, se divisa se divisa el famoso Sendero de las Sombras, senda muy técnica y divertida que la rodamos en 2009 y que ahora tendríamos que decidir si bajar por ella o continuar por la pista principal. Seguimos rodando contemplando el paisaje y disparando algunas fotos, hasta que llegamos a la confluencia del camino con el río.










Allí al amparo de la sombra de los arboles y con el agradable sonido del agua cristalina al correr tranquila y pausada, nos detenemos para descansar un poco y tomar algo de alimento, mientras nos hacemos una fotos. El lugar es bien apacible, si bien, tras acordar de seguir por la pista principal por el mal estado del Sendero a tenor de las fuertes lluvias del invierno, continuamos nuestra aventura a las 15:50 horas.









Ahora nos toca una pista ancha y fácil en ascenso. Los paisajes contemplados son bien distintos, la montaña se abre ante nosotros dejándonos contemplar en toda su extensión el Xurés. El camino por el que hemos venido se ve del otro lado del barranco. La Ermita del Xurés es vista desde otro ángulo y desde arriba, y al fondo Santa Eufemia, DIOS!!!!! allí estuvimos?? Pero si está a años luz... Qué distinto sería haber descendido por el Sendero, encañonado por montañas y con la concentración puesta al 100% en el trazado.











Salvamos otro collado y viramos nuevamente hacia el sur-este, para ir por el barranco que forma ahora el río Lobios, en claro descenso hasta atravesar este río a las 16:12 horas y una cota de altitud de 940 metros.Y, como casi siempre, una vez pasado un río, un nuevo ascenso, ésta vez para salvar otras formaciones rocosas para ya descender de forma importante.





El descenso se hace rápido hasta que, en el kilómetro 50, llega una zona de trialeras algo rotas por las lluvias.Un pequeño pero intenso repecho, salvamos nuevamente el río Lobios y a seguir descendiendo por caminos divertidos. En el kilómetro 53, la traza va perdiendo definición, teniendo que ir unos 100 metros descabalgados hasta encontrar un camino principal, por donde ya pudimos volver a rodar.




Llegamos al camino que baja desde la ermita del Xurés y dudamos unos segundos si subir o continuar por la traza prevista. Para no liarla más, decidimos seguir. Atravesamos el pueblo de Vilameá y tomamos un camino que resultó ser la calzada romana o Via Nova, vaya sorpresa. Tras 1,2 kilómetros de calzada llegamos a la altura de Os Baños donde ya nos dirigimos a los coches, después de pedalear más de 56kms. con 1.550 metros de altitud acumulada.






Pablo, como ya estaba previsto, tuvo que marchar y el resto nos dispusimos a tomar un baño en las termas de agua caliente, aunque por el calor excesivo, solo Ruben Ivan y yo nos dimos el placer del baño tonificante. Aunque durante muy poco tiempo, que tener la piscina con verdín no me gusta mucho.

Como la calle del Lusitano de Lobios estaba cerrada por la feria, nos fuimos a tomar un refrigerio a Bande y después otro con más contundencia de tapas acompañando en la Virxe do Cristal, pasado Celanova.

SALud y hasta otra.








GPS: Garmin GPSMAP 62S 
Distancia: 57,17 km 
 Tiempo en movimiento: 5:15:24 
Tiempo detenido: 2:19:50 
Velocidad media en movimiento: 11 km/h 
Ascensión acumulada: 1.551 metros 
Asfalto: prácticamente nada, 800 metros, tal vez? Y repartidos en tres tramos en toda la ruta.