viernes, 18 de julio de 2014

Endurolai por los Molinos del Folón

Llevaba mucho tiempo queriendo llevar al colega Julio a rodar desde Baiona hasta los Molinos del Folón por los Montes de la Groba y ya tenía preparado un trazado muy aceptable con la salvedad de dos puntos que no controlaba y que me parecía que no se podría ir, ni tan siquiera andando.






Después de tanto tiempo nos dió una calentada: una simple llamada el miércoles a la tarde bastó para liarla, el jueves quedamos en torno a las 9:00 en Ramallosa para rodar hasta los Molinos del Folón. Y como no había manera de coincidir en las fechas, le tenía preparado el trazado que tiene Todo en Uno, pasando por los hitos más emblemáticos de la zona: ascender por una calzada empedrada, contemplar desde las alturas el mar y el Monasterio de Santa María de Oia, descender por los molinos del Folón, nadar en las pozas de Mougás, llegar al vértice geodésico de O Facho con sus maravillosas vistas y visitar los petroglifos.

Esa misma noche retoqué el trazado eliminando esos puntos que supondrían unas auténticas "engatadas", dejando un trazado casi "niquelado" para pasar por todos esos hitos comentados.


En Ramallosa salimos por el carril bici y ascendimos por una vía de servicio al lado de la autopista y embocar un sendero que nos llevaría a una pista forestal con fuerte pendiente y firme francamente roto. Y todo para llegar al primer hito, el ascenso técnico por la calzada empedrada de casi 1,5 kms.







Una vez arriba seguimos un cordal a base de caminos muy rotos, casi técnicos, donde deberíamos ver todo el mar a nuestros pies pero el mal tiempo con luvia intermitente y niebla nos impedía verlo en todo su esplendor. A la altura de Oia sí que pudimos ver entre la bruma el monasterio de Oia y el mar.








Continuamos por esos caminos rotos se convierten en pistas apenas sin piedras con tierra compactada hacienda un rodar más rápido y agradecido hasta casi llegar a los molinos del Folón. Es increíble verlos: un conjunto de molinos construidos en una pared vertical por donde desciende el río Folón y comentar que en el río Picón hay también otros molinos de similares características formando ambos conjuntos la ruta de senderismo muy recomendable catalogada como el PR-G 94. Esperemos que se recupere el entorno de los incendios del año pasado.











Dada su verticalidad, descender por los molinos supone caminar un poco hasta llegar a un punto donde sí donde ya si podemos sentarnos encima de nuestras monturas y bajar por caminos bien técnicos.









Caminos que nos llevan al pueblo de Martín perdiendo mucha cota. Cota que se recupera en una doble subida, primero una fuerte ascensión desde Martín, descender un poquitín y acometer la segunda ascensión hasta el VG Campo de Couto con 553 metros y caminos rotos y a veces removidos por las ruedas de los madereros, donde además la cabaña equina nos observa atónita. Oteando al sur se ve perfectamente Santa Tecla con Portugal al fondo.









Volvemos a perder cota y enlazar con el cordal del medio, siguiendo una ruta de senderismo pasando por Mougás. En Mougás continuamos hacia el otro hito que estaba planeado: las pozas, pero sin bañarnos, no procedía.





La idea despues de las pozas era tomar una ascensión dura que nos llevaría hasta el VG de O Facho, si bien el camino de subida no lo encontramos por lo que decidimos seguir por la ruta de senderismo perdiendo cota hasta los 115 metros con la idea de intentar ascender por las "petazetas", una durísima ascensión hasta O Facho donde el camino hace unas "zetas" que ya había castigado a mis piernas con anterioridad.

Sin embargo en el kilometro 61 vimos un camino que descendía a nuestra derecha y despues de un rápido análisis parecía un ascenso de moderado a fuerte y no tanto como las "petazetas", decidimos tomarlo para llegar O Facho, una atalaya sobre el mar de 430 metros de altitud, donde las vistas son espectaculares, pero esta vez la niebla no dejó disfrutarlo bien. Esta ascensión en principio suponía la última fuerte del día.









Desde O Facho descendimos hasta la zona recreativa de Chan da Lagoa con una caudalosa fuente y bien fresquina. Ya solo quedaba dejarse "caer" hasta los petroglifos, pero como este hombre perdió sus gafas en el ascenso de la calzada empedrada, rolamos hacia allí, descendiendo por ella suavemente fijandonos atentamente para ver si la encontrábamos. Y allí estaban en medio de la calzada bien visibles. Eso significaba que solo nosotros pasamos ese día por la calzada, demostrando que los de Vigo y alrededores están un poco vaguetes.

Retornamos a la ruta subiendo improvisadamente por caminos que no teníamos planificados para retornar al camino de bajada hacia los petroglifos, fotos y ya descenso final con las buenas vistas de la bahía. Carril-bici y para el coche.











Durante toda la ruta nos hemos venido arriba varias veces, especialmente despues de "Nos hacemos unas barritas energéticas??" y después del tremendo bocata jamonero para comer.

Total: 80 kms con 2100 de acumulado. Calificación: Muy dura, más que nada por el firme roto en casi todas las ascensiones y si a ésto sumamos a que muchas eran ya de por sí fuertes...


Resumen: vistas espectaculares conjugando montaña y mar aunque nosotros no las pudimos disfrutar mucho por el mal tiempo y la niebla reinante.



Observaciones:

Km 3,6: comienza la verdadera subida por tierra con unas rampas importantes y firme muy irregular de piedras y raíces. Este tipo de terreno será así durante mucha parte de la ruta,

Km. 5: comienza una ascensión divertida muy técnica de 1,5 kms.: una calzada medieval con firme empedrado con diferentes pendientes que no da tregua ni descanso. Hay que dar la potencia justa a los pedales, tener buen control buscando la mejor trazada para el ascenso y la resistencia necesaria para aguantar toda la subida del tirón sin comprometer el resto de la ruta. En un punto considero que es necesario echar el pie a tierra durante 10 metros, justo al cruzar una pista.

Km. 20,1: se puede tomar una senda muy rota que sale a la derecha. De hecho nuestro trazado original iba por allí, pero al ver su estado, valoramos continuar de frente y dejarnos caer por carretera un cachín.

Km 23,3: se llega a un bucle donde en función del estado físico y climatología, se puede decidir acortar la ruta siguiendo el trazado de regreso o continuar como valientes.

Km 23,9: área de descanso a la derecha con fuente. La encontraremos nuevamente al regreso, ya con 41 kms encima, momento que decidimos comer.

Km 27,9: Se llega a los Muiños do Folón. Las vistas formidables de los molinos y su entorno. En este punto se puede descender por los propios molinos del río Folón o por los molinos del río Picón. Nos decantamos por los del Folón, un descenso a pie de 300 metros al lado de los molinos y haciendo caso a la recomendación de mi amigo Emilio "Alene" que ya descendió por ambas vertientes.

Km 36,6: Vertice Geodésico Alto Campo do Couto, tras una doble subida larga con pendientes medias del 16% y firme irregular.

Km 41,6: nos desviamos por un camino para bajar por un sendero hoy inexistente. Tuvimos que regresar sobre nuestros pasos. También se puede seguir un poco más para contemplar las vistas y retroceder hasta el punto de la desviación.

Km. 43,4 se puede seguir de frente unos 300-400 metros para bajar por un camino técnico de piedra suelta a la izquierda hasta el cordal inferior. Nosotros decidimos descender por carretera hasta ese cordal porque la ultima vez que bajé por ese camino estaba demasiado roto.

Km. 61,5 decidimos ascender por un camino más llevadero hasta el Vértice Geodésico de O Facho, en vez de seguir de frente y subir las llamadas "petazetas", una ascensión sinuosa muy pronunciada donde muchos ciclistas mueren o "petan" siete veces.

Km. 69,1: Área de descanso Chan da Lagoa con buena fuente, caudalosa y fresca.

Km. 71,2, la traza inicialmente diseñada seguía por un camino a la izquierda que baja directamente a los Petroglifos, nosotros seguimos para enlazar con la calzada romana para recuperar las gafas perdidas.



Track de Wikiloc del amigo Julio. Mi GPS tuvo una incidencia y no grabó en la parte central.