Nuevamente el Teleno vuelve a ser protagonista, esta vez acompañado por Agueda a finales de marzo. Un día, en principio desagradable, con una cumbre completamente nevada y niebla alta que nos impedía ver con claridad la cima. La idea era el ver hasta donde podríamos llegar.
Partimos desde Filiel sobre las 9:50 h. con una temperatura de 6ºC. Comenzamos a ascender por el Camino del Munillo y cuando llevabamos casi 5 kms ya empezamos a divisar los primeros indicios de nieve a nuestro alrededor. Cerca del km. 6 y a una altitud de 1.630m la nieve prácticamente ya cubría todo el terreno pero la niebla no nos dejaba ver muy lejos por lo que decidimos probar un poco más y continuamos ascendiendo.
No habíamos recorrido apenas 100 metros cuando oímos unas voces que venían de arriba, no vimos a cuatro "runners" de montaña casi hasta que los tuvimos encima. Bajaban corriendo montaña abajo y nos informaron que llegaron casi hasta la cima que no coronaron porque no se veían un burro a tres pasos.
Viendo la indumentaria con la que iban si llegaron muy cerca de la cima, podríamos intentar subir un poco más. Nos despedimos y continuamos la ascensión, la nieve ya cubría todo el suelo con una buena capa. Además se trataba de una nieve algo endurecida pero sin llegar a ser hielo que nos permitía seguir avanzando lentamente y con esfuerzo.
Otras voces llegan hasta nuestros oídos, esta vez desde abajo. Son dos montañeros que también ascienden al Teleno. Nos alcanzan en un repecho fuerte y cuando ya vamos por el cordal vamos un ratín juntos. Nos detenemos a descansar y tomar un poco de alimento y ellos prosiguen el ascenso. La climatología parece mejorar, la niebla empieza a levantarse.
Solo queda la fuerte subida final. Se hace lentamente ya que a veces las piernas se hundan ya en una nieve con un espesor de más de medio metro. Las grandes piedras de esta ultima subida ni se aprecian.
Hicimos cumbre a las 13:15 h. y como era de esperar el fuerte viento y del norte hizo que nos resguardásemos junto con los dos montañeros detrás del monolito del geodésico. Nos intercambiamos algo de comida y llega otro montañero más que no se queda ni cinco minutos. Nosotros tampoco no nos quedamos mucho más tiempo allá arriba.
A las 13:38h iniciamos el descenso después de los dos compañeros. Con la nieve el descenso se hizo lento ya que la fuerza de gravedad de nuestras pisadas ayudaba a que nos fuésemos enterrando en la nieve a cada paso.
En la bajada observé cómo el canal romano se apreciaba mejor con la nieve que ya no cubría totalmente el firme. Después atajamos por un cortafuegos, perdimos uno de los guantes y llegamos al coche dos horas más tarde, a las 15:43h. Casi 6 horas de ruta.
SALud y hasta otra.
miércoles, 1 de junio de 2016
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Ascension a Peña Ubiña la Grande
Tras unos días de darme la turra, aunque para estos menesteres soy fácilmente convencible, el 11-S partimos mi hija Águeda y yo para Torrebarrio como punto de salida en la ascensión a Peña Ubiña. Ella ya había coronado en agosto con su grupo de amigos y había quedado tan entusiasmada que rápidamente me lo transmitió y "erre que erre" hasta que no me hizo subir no paró.
La niebla se va disipando a medida que la cota de altitud es mayor dejando divisar las montañas a las que nos afrontamos, hasta que de repente desaparece quedando abajo, en la vega.
Ya estoy acostumbrado a encontrarme con "runners" de montaña en mis ascensos y ésta no podría ser distinta. En este caso dos descendiendo y otro más sorprendente cuando ya estábamos de regreso.
Aunque algunos con los que nos cruzamos no son precisamente runners.
En lontananza ya comenzamos a divisar Peña Ubiña Pequeña.
Llegamos a El Ronzón, paso situado casi a media distancia entre Peña Ubiña la Grande y Peña Ubiña la Pequeña. Son las 11:35 h., llevamos una hora y media desde que salimos y apenas 9 minutos detenidos para las fotos y contemplar el paisaje.
En el Ronzón viramos a la izquierda, hacia el norte, por una zona de pastos para ir a la base de la gran roca que conforma Peña Ubiña la Grande. Este tercer tramo de unos 750 metros se realiza parte por hierba y luego por senda perfilada revirada pasando de la cota de 1.940 m. a los 2.150 m.
Si volvemos la vista atrás se contempla en todo su esplendor Peña Ubiña Pequeña, su cota de altitud es de 2.190 m. Entre nosotros y la Pequeña está el paso de El Ronzón y el roca conocida como La Carba. Los animales quedan abajo en los cómodos y sabrosos pastos.
Proseguimos la marcha por la senda en zig-zag, la pendiente de la ladera que afrontamos se aprecia en la imagen.
En el cuarto y ultimo tramo que parte de los 2.150 m., los bastones son inútiles, hay que ir trepando por las rocas, por lo que el mío lo ato a la mochila. Las señales de balizamiento son muy escasas y hay que ir a buscando el mejor trazado posible.
Mirando hacia arriba, veo dos montañeros bien altos, y mi hija dice que allí un no es la cima. Uyyy, empiezo a pensar, y cómo llegamos hasta alla arriba y en mi maltrecha rodilla. Más que nada por el descenso, no quiero romperla.
La pendiente es curiosa, el perfil de Peña Ubiña no es de escalada pero casi lo recuerda.
Aun así las vistas no son nada despreciables.
Despues de 550 metros llegamos a la cota de altitud de 2.370 m. y solo nos quedan unos 300 metros hasta coronar a través de un "falso llano".
Las estampas son impresionantes. Del grupo de chicos que ibamos dejando atrás, solo uno nos alcanzó y nos adelantó con facilidad. Los otros se esperaban entre sí.
La cima está muy cerca. Hay varios grupos de personas arriba.
Acercando el zoom...
Llegamos. Son las 13:06 h., prácticamente 3 horas y, según el track del GPS, con 5.860 metros de distancia. La cota del geodésico marca los 2.411 metros de altitud. Leyendo las placas que hay adosadas a la montaña, lo que vemos es sobrecogedor, nombres de los que han fallecido escalando hasta aquí.
No es nuestro caso, hace un día precioso, soleado sin calor y con ligero aire, nada para el lugar en el que estamos. Un poco de pan y choricín para reponer fuerzas. A mayores alguna barrita energética.
Unas fotos del lugar mientras hago cábalas de las otras posibles rutas por las que los menos montañeros ascienden y me parece casi imposible, pero bueno...
Después de 20 minutos, a las 13:25 h comenzamos nuestro regreso por el mismo camino de la ascensión. Aunque para bajar "todos los santos ayudan", no me fío de la rodilla. En esta primera parte del descenso, apenas disparo fotos.
Esperando por mi hija, mientras contemplo el paisaje, una cara que me resulta familiar, y de digo: "Hombre!!! quien está aquí?? Calleja, párate un ratín a comer un chorizo". Él, que subía corriendo, declina la invitación: "No puedo, voy luchando contra el crono".
Comentando con Águeda bromeamos sobre que seguro que el helicóptero lo recogería arriba, en la cima.
Lo que no ví al ascender, y eso que había disparado una foto, lo aprecié al descender: antiguos corrales de piedra donde se guardaba el ganado.
Según nos acercamos al camino veo algo que me llama la atención, algo que no estaba allí cuando subimos.
Acerco el zoom un poco más y... El helicóptero de Calleja!
Este rapaz se ha ahorrado unos 300 metros de ascensión acumulada, además viene en su utilitario, como el que viene en una scooter.
Ya tomado el camino compactado, es ahora cuando noto lo que hemos subido en los cuadriceps, hay que dar pasos cortos para evitar que la musculatura se cargue en demasía pero la pendiente casi impide que frenes, te arrastra hacia abajo.
Llegamos a Torrebarrio a las 15:45 h. (5:38 horas en total), con 11,7 kms en nuestro haber y 1.180 metros de ascensión acumulada.
Abordar desde Torrebarrio, concretamente en el Barrio de Abajo (1.240 m.), es la opción mas corta desde la civilización pero también la que mayor ascensión supone, en torno a los 1.180 metros en seis kilómetros.
Arrancamos a las 10:05 h desde el centro del pueblo, el primer tramo de 2 kms se realiza por un camino ancho con firme terrero bien compactado con algo de piedra suelta de fuerte pendiente variable. La pendiente media es del 15% con varios picos del 22% . La dirección del tramo es nordeste.
Según ascendemos, vamos dejando la iglesia parroquial a nuestra derecha en medio de la niebla, niebla que nos impide, de momento, disfrutar de las vistas de estos parajes. La mañana es fresca pero la pendiente hace que nos tengamos que ir sacando capas de ropa hasta quedar en manga corta.
La niebla se va disipando a medida que la cota de altitud es mayor dejando divisar las montañas a las que nos afrontamos, hasta que de repente desaparece quedando abajo, en la vega.
En un segundo tramo, después de esos primeros 2 kms., y a una cota de altitud de 1.534 m. abandonamos el camino principal que sigue yendo hacia el nordeste para continuar por una senda, a veces apenas perfilada, en dirección este-sureste durante 2,1 km hasta llegar al paso de El Ronzón a una cota de altitud de 1.940 m.
Ya estoy acostumbrado a encontrarme con "runners" de montaña en mis ascensos y ésta no podría ser distinta. En este caso dos descendiendo y otro más sorprendente cuando ya estábamos de regreso.
Aunque algunos con los que nos cruzamos no son precisamente runners.
En lontananza ya comenzamos a divisar Peña Ubiña Pequeña.
Las señales de senderismo no son muy claras y como en la montaña existen varias sendas realizadas por caminantes o animales, hizo que tomásemos una equivocada que corregimos enseguida. Gracias al GPS y al ver a un grupo de chicos sentados descansando en una gran roca dando voces.
Vamos ascendiendo dejando atrás al grupo, no apreciando cosas que en un sentido de la marcha ni nos damos cuenta que están ahí.
Llegamos a El Ronzón, paso situado casi a media distancia entre Peña Ubiña la Grande y Peña Ubiña la Pequeña. Son las 11:35 h., llevamos una hora y media desde que salimos y apenas 9 minutos detenidos para las fotos y contemplar el paisaje.
En el Ronzón viramos a la izquierda, hacia el norte, por una zona de pastos para ir a la base de la gran roca que conforma Peña Ubiña la Grande. Este tercer tramo de unos 750 metros se realiza parte por hierba y luego por senda perfilada revirada pasando de la cota de 1.940 m. a los 2.150 m.
Si volvemos la vista atrás se contempla en todo su esplendor Peña Ubiña Pequeña, su cota de altitud es de 2.190 m. Entre nosotros y la Pequeña está el paso de El Ronzón y el roca conocida como La Carba. Los animales quedan abajo en los cómodos y sabrosos pastos.
Nos detenemos un ratín para comer un poco a base de barritas energéticas y afrontar el siguiente tramo con fuerzas renovadas, ya que las pendientes rondan el 25-30%. Las vistas son espectaculares.
Proseguimos la marcha por la senda en zig-zag, la pendiente de la ladera que afrontamos se aprecia en la imagen.
En el cuarto y ultimo tramo que parte de los 2.150 m., los bastones son inútiles, hay que ir trepando por las rocas, por lo que el mío lo ato a la mochila. Las señales de balizamiento son muy escasas y hay que ir a buscando el mejor trazado posible.
Mirando hacia arriba, veo dos montañeros bien altos, y mi hija dice que allí un no es la cima. Uyyy, empiezo a pensar, y cómo llegamos hasta alla arriba y en mi maltrecha rodilla. Más que nada por el descenso, no quiero romperla.
La pendiente es curiosa, el perfil de Peña Ubiña no es de escalada pero casi lo recuerda.
Aun así las vistas no son nada despreciables.
Despues de 550 metros llegamos a la cota de altitud de 2.370 m. y solo nos quedan unos 300 metros hasta coronar a través de un "falso llano".
Las estampas son impresionantes. Del grupo de chicos que ibamos dejando atrás, solo uno nos alcanzó y nos adelantó con facilidad. Los otros se esperaban entre sí.
La cima está muy cerca. Hay varios grupos de personas arriba.
Acercando el zoom...
Llegamos. Son las 13:06 h., prácticamente 3 horas y, según el track del GPS, con 5.860 metros de distancia. La cota del geodésico marca los 2.411 metros de altitud. Leyendo las placas que hay adosadas a la montaña, lo que vemos es sobrecogedor, nombres de los que han fallecido escalando hasta aquí.
No es nuestro caso, hace un día precioso, soleado sin calor y con ligero aire, nada para el lugar en el que estamos. Un poco de pan y choricín para reponer fuerzas. A mayores alguna barrita energética.
Unas fotos del lugar mientras hago cábalas de las otras posibles rutas por las que los menos montañeros ascienden y me parece casi imposible, pero bueno...
Después de 20 minutos, a las 13:25 h comenzamos nuestro regreso por el mismo camino de la ascensión. Aunque para bajar "todos los santos ayudan", no me fío de la rodilla. En esta primera parte del descenso, apenas disparo fotos.
Esperando por mi hija, mientras contemplo el paisaje, una cara que me resulta familiar, y de digo: "Hombre!!! quien está aquí?? Calleja, párate un ratín a comer un chorizo". Él, que subía corriendo, declina la invitación: "No puedo, voy luchando contra el crono".
Comentando con Águeda bromeamos sobre que seguro que el helicóptero lo recogería arriba, en la cima.
Lo que no ví al ascender, y eso que había disparado una foto, lo aprecié al descender: antiguos corrales de piedra donde se guardaba el ganado.
Según nos acercamos al camino veo algo que me llama la atención, algo que no estaba allí cuando subimos.
Acerco el zoom un poco más y... El helicóptero de Calleja!
Este rapaz se ha ahorrado unos 300 metros de ascensión acumulada, además viene en su utilitario, como el que viene en una scooter.
Ya tomado el camino compactado, es ahora cuando noto lo que hemos subido en los cuadriceps, hay que dar pasos cortos para evitar que la musculatura se cargue en demasía pero la pendiente casi impide que frenes, te arrastra hacia abajo.
Llegamos a Torrebarrio a las 15:45 h. (5:38 horas en total), con 11,7 kms en nuestro haber y 1.180 metros de ascensión acumulada.
SALud
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