Este año pasado, en Galicia - España, la XIV edición del Mes de la Ciencia ha dedicado su mes de noviembre a ensalzar la figura de Pedro Joseph Rodríguez y González, más conocido como "Matemático Rodríguez" o "O Matemático de Bermés" que además de científico ha sido defensor de sus orígenes, de su lengua materna, el gallego, y su patria, Galicia.
Una figura perdida en el tiempo y apenas conocida su vida y su aportación, tanto es así que apenas hay biografía, solo textos sueltos y la mayor aportación sobre su persona es la de Ramón María Aller.
Efectivamente un gran desconocido pero para mis hermanos y para mí tenemos constancia desde que eramos niños, realmente desde que tengo recuerdos porque mi padre siempre nos hablaba con orgullo de él, de nuestro antepasado, el tío de mi tatarabuelo. Hoy día hemos perdido el apellido Rodríguez pero en la parroquia natal de mi padre a la casa familiar aun se la conoce como "Casa Rodríguez".
BIOGRAFIA
Una figura perdida en el tiempo y apenas conocida su vida y su aportación, tanto es así que apenas hay biografía, solo textos sueltos y la mayor aportación sobre su persona es la de Ramón María Aller.
Efectivamente un gran desconocido pero para mis hermanos y para mí tenemos constancia desde que eramos niños, realmente desde que tengo recuerdos porque mi padre siempre nos hablaba con orgullo de él, de nuestro antepasado, el tío de mi tatarabuelo. Hoy día hemos perdido el apellido Rodríguez pero en la parroquia natal de mi padre a la casa familiar aun se la conoce como "Casa Rodríguez".
BIOGRAFIA
Nacido un 25 de octubre de 1770 como séptimo hijo de Ambrosio Rodríguez y Francisca González familia de labradores de Bermés do Fondo, pequeña aldea perteneciente a la parroquia Santa María de Bermés sita en Comarca del Deza, en aquella época adscrita al obispado de Monforte.
Sus primeros años los pasó junto a su familia pero pronto empezó a destacar por su interés por el conocimiento y su inteligencia, así fue enviado a cursar sus primeros estudios en Colegio de Humanidades de Monforte de Lemos bajo la tutela de su tío, religioso que dirigía el Colegio del Cardenal, completando los estudios de Gramática, Aritmética y Latín.
En 1786 pierde la protección familiar por el fallecimiento de su tío y dadas las dificultades económicas familiares es enviado a Santiago de Compostela para continuar con estudios eclesiásticos. Si bien, sus inquietudes no pasaban por ser clérigo, así en 1787 obtiene una beca para seguir su formación en el Colegio de los Jerónimos en Santiago de Compostela obteniendo el título de Bachiller en Filosofía con 20 años en 1790.
Esta inquietud por el conocimiento le llevó a finalizar los grados de Bachiller en Teología y en Matemáticas. Ejerció como catedrático suplente de Matemáticas de la Facultad de Medicina en el curso 1798-99 y en 1800 ganó la cátedra de Matemáticas Sublimes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela ante el otro aspirante José Lucas Labrada con una anécdota muy curiosa: al finalizar su exposición ante el tribunal, los miembros de éste exclamaron rindiéndose ante Rodríguez "es usted quien debe estar examinándonos a nosotros". Fue tal el éxito por su elevado nivel de los conocimientos juzgados (Aritmética, Álgebra, Trigonometría, Cálculo, principios de Mecánica hidroestática y Astronomía) que la mesa del tribunal como reconocimiento a la persona de José Rodriguez elevaron un informe al Rey donde lo calificaban como un "genio".
Tomó posesión de su cátedra en 1801 ejerciéndola como docente, a la vez que estudiaba Botánica, hasta 1803 momento en que se aleja de la docencia con el inicio de innumerables viajes para ampliar su conocimiento así como realizar y colaborar en estudios científicos. En estos años de íntima relación con la Universidad le llevaría a tener relación y amistad con académicos y políticos de corte liberal y afrancesados.
Solicitada pues una excedencia para ampliar su formación, se dirige en un primer momento a París completando sus conocimientos en Astronomía y Matemáticas teniendo contacto con científicos de renombre internacional como Jean-Baptiste Biot.
En 1806 Rodríguez es nombrado por el Gobierno español, junto a José Chaix, Comisario de operaciones para la medición del arco del meridiano en colaboración con una expedición francesa cuyos comisarios eran el geodesta y astrónomo Jean-Baptiste Biot y el también astrónomo Domenique-Francois-Jean Aragó, con los que entabló muy buena amistad. Esta misión tenía por objeto prolongar la medida del arco del meridiano comprendido entre Dunkerque y Barcelona hasta la isla de Formentera, continuando con el trabajo iniciado por los franceses Pierre-Francois-André Mechain y Jean-Baptiste-Joseph Delambre.
La misión no estuvo exenta de problemas a partir de 1808 con la proclamación de la Guerra de la Independencia. En el marco de una contienda hispano-francesa donde unos científicos que en los altos de las montañas lanzaban globos aeroestáticos y señales luminosas como parte de sus trabajos de medición por triangulación, fueron considerados espías al descubrir que algunos de sus miembros eran precisamente franceses. Así Aragó fue conducido a prisión y condenado a muerte, salvando su vida gracias a que el mismo Rodríguez gestionó su intento de puesta en libertad y al final lo ayudó a escapar de prisión.
La misión no estuvo exenta de problemas a partir de 1808 con la proclamación de la Guerra de la Independencia. En el marco de una contienda hispano-francesa donde unos científicos que en los altos de las montañas lanzaban globos aeroestáticos y señales luminosas como parte de sus trabajos de medición por triangulación, fueron considerados espías al descubrir que algunos de sus miembros eran precisamente franceses. Así Aragó fue conducido a prisión y condenado a muerte, salvando su vida gracias a que el mismo Rodríguez gestionó su intento de puesta en libertad y al final lo ayudó a escapar de prisión.
La importancia de la correcta medición del arco del meridiano se fundamentaba en que sería la base para establecer el "metro" como la unidad de medida de longitud dentro del futuro sistema métrico decimal. Hoy nos resultaría inconcebible pensar que no exista una medida de longitud única para todo el mundo fácilmente comparable las distancias de un lugar a otro. Sin embargo en el siglo XVIII la disparidad de unidades de medida, tanto de longitud, volumen, peso y superficie era tal que cada pueblo y lugar tenía sus propias medidas, su pie, su yarda, su arroba, su vara de medir y que diferían de un lugar a otro.
Los ilustrados franceses rápidamente se dieron cuenta de la suma importancia que suponía la unificación de todas las medidas bajo un mismo sistema que fuese estable, uniforme y sencillo pudiéndose comparar o valorar cualquier objeto por la misma medida de peso, capacidad o longitud. Contar con un sistema unificado supondría un desarrollo del comercio internacional así como otras aplicaciones prácticas en las disciplinas científicas de la geodesia y la cartografía: posibilidad de elaborar mapas fidedignos de cualquier país, todos a la misma escala y comparables en todo momento.
Esta necesidad vital se plasmó por recomendación del ilustrado Marie-Jean-Antonie Nicolas de Caritat, marqués de Codorcet, matemático y economista, en un Decreto de 1791 de la Asamblesa Nacional Revolucionaria de Francia donde se encargaba la elaboración del sistema unificado de medidas.
Para llevar a cabo este encargo, primero se ordenó establecer una medida de longitud unitaria, es decir una medida determinada de fácil manejo y luego a partir de ella establecer la medida unitaria de volumen, después de peso y de superficie. En 1793 se elegiría como medida unitaria el "metro" que supone la 10 millonésima parte del cuadrante del arco del meridiano terrestre (del polo norte al ecuador).
A partir de ese momento quedaba una ardua tarea de la medición exacta del arco del meridiano a partir de un tramo del mismo, dada la imposibilidad material de la mediación de todo el cuadrante. Evidentemente se tomó como base para la medición el meridiano que pasaba por el Observatorio de París, el que los franceses tenían como referencia o Meridiano Inicial. Un primer tramo desde Dunkerque hasta Barcelona fue medido por Mechain y Delambre y posteriormente la medición continuó con un segundo tramo correspondiente a su prolongación hasta las islas Baleares, prolongación medida por Aragó, Biot, Rodríguez y Chaix.
La importancia de la necesidad de unificar el sistema de medidas fue de tal magnitud que Napoleón, dirigente que abolió muchos de los cambios propugnados por la Asamblea Revolucionaria, mantuvo el proyecto del sistema métrico de medidas, estableciendo el 10 de diciembre de 1799 el "metro" como un patrón de medida "para todos los pueblos y para todos los tiempos".
Como curiosidad, el meridiano de referencia para todo el mundo llamado Meridiano 0 o Inicial se estableció casi un siglo más tarde en la Conferencia Internacional de Washington de 1884 en la que rivalizaban los meridianos que pasaban por el Observatorio de París y el que pasaba por el Real Observatorio de Greenwich, en Londres, siendo elegido como el Meridiano Inicial el de Londres. Anteriormente cada pais o espacio geográfico tenía su propio meridiano de referencia, siendo el de París referente en muchos paises. Se podría considerar como el primer Meridiano 0, sin embargo la pérdida de hegemonía mundial de Francia despues de la caída de Napoleón y el aumento de la supremacía del Reino Unido apoyado por los Estados Unidos dio como resultado la designación de Greenwich como el Meridiano Inicial. Sirve de referencia para el conocimiento de la ubicación de un lugar a partir de su distancia al meridiano Inicial, de la hora internacional del comienzo del día y de los correspondientes husos horarios.
En 1808 el Matemático Rodríguez se desplaza a Cádiz con el encargo de elaborar un trabajo con las operaciones necesarias para la realización de un mapa exacto de España así como de otro para la fijación de un nuevo sistema uniforme e invariable de pesas y medidas que se quería implantar en España.
En 1809 se traslada a Inglaterra nuevamente por orden del gobierno español para continuar con su labor investigadora donde conocería y tomaría amistad con José Mendoza Ríos, uno de los astrónomos españoles más destacados de la época.
Allí realizó estudios y cálculos sobre el meridiano a partir de las observaciones y mediciones del Teniente Coronel británico William Mudge, llegando a determinar un error en sus cálculos y expuesto en la Royal Society bajo la comunicación Observations on the measurement of threes degrees of the meridian, conductery in England by Lieutemant Colonel William Mudge, leída el 4 de junio de 1812 por José Mendoza como miembro de la Royal Society.
Rodríguez comprobó que las observaciones y cálculos de Mudge del arco del meridiano entre Clifton y Dunosse (Inglaterra) eran muy exactos y que apenas tenían escasas variaciones con otros cálculos de diferentes astrónomos y geodestas. Si bien las conclusiones de Mudge eran opuestas a las suyas y a las teorías de Isaac Newton y Christian Huygens: mientras Newton propugnaba que la tierra no era redonda sino achatada por los polos por el efecto gravitatorio, Mudge apoyándose en sus cálculos afirmaba lo contrario, la tierra era achatada por el ecuador, con la forma de un limón.
El Matemático de Bermés con las observaciones de Mudge y utilizando las fórmulas y el método de Delambre recalculó todas las observaciones y descubrió un error de observación de la latitud de la estación intermedia de Arbury Hill demostrando lo equivocado que estaba Mudge con sus conclusiones sobre la forma del arco del meridiano. Rehizo todos los cálculos dando un valor de la excentricidad del arco en 1/320, aun más exacto que el 1/206 de Delambre siendo ampliamente reconocido por los científicos contemporáneos de renombre internacional.
Es quizás la aportación más importante del Matemático Rodríguez a la ciencia: demostrar empíricamente que la teoría de Newton era cierta y además hacerlo con una mayor exactitud que cualquier otro físico.
La magnitud de esta aportación al mundo científico hay que enmarcarla en el contexto de finales del siglo XVIII y principios del XIX con una comunidad científica dividida en cuanto a las conclusiones de la teoría de Newton sobre la forma de la Tierra elaborada 200 años antes. La comunidad científica no se ponía de acuerdo, estaba divida entre los que avalaban las conclusiones de Newton mientras otros pocos demostraban lo contrario. No contaban con los adelantos técnicos de hoy en día con unos satélites que nos hace muy fácil ver desde el espacio la forma de la Tierra.
Todos sus éxitos tanto académicos como científicos generaron las envidias de sus detractores especialmente en el seno de la Universidad, donde en aquella época no era bien visto ni se entendía que un docente no atendiese a su cátedra durante años aun con permiso del claustro para ejercer una labor investigadora y menos aún percibiendo el importe de "medio sueldo" como así se estableció en la concesión de su excedencia. La otra mitad no percibida sería destinada para el pago del sueldo a su sustituto en la Universidad.
En realidad ya se había ganado con anterioridad la enemistad de parte del Claustro al defender desde sus inicios como docente las tesis de las corrientes progresistas que solicitaban una reforma integral del plan de estudios para que la filosofía aristotélica-tomista y defendida por el sector inmovilista de la Universidad, dejase de tener un excesivo peso en favor de otras visiones. Así enfrentado a un sector que además era mayoritario en el Claustro por la gran presencia eclesiástica entre las filas del profesorado, Rodríguez sufre las insidias de su principal detractor el catedrático de Teología Fray Jocobo Blanco.
Fr Jocobo ya se había opuesto frontalmente al alejamiento de la docencia del Matemático Rodríguez en su primer viaje a París para evitar la introducción de las ideas renovadores procedentes de Francia. Encabezando el sector inmovilista, consigue impedir que el Claustro no pague a Rodríguez la cantidad del medio sueldo estipulado en la concesión de su excedencia durante su estancia en el extranjero. De hecho varias veces Rodríguez reclamó por escrito sin éxito al Rector y al Claustro el pago de las cantidades devengadas. Tales acciones de sus rivales académicos tuvieron su culmen cuando éstos consiguieron que el Claustro decidió dejar vacante su plaza de catedrático y sacarla a concurso en septiembre de 1811.
Al enterarse en 1812 de estos hechos, el Matemático Rodríguez regresa urgentemente a Santiago de Compostela abandonando su actividad científica para intentar recuperar su cátedra a la vez que reclamar el medio sueldo no percibido durante los últimos diez años en el extranjero.
Sus pretensiones se argumentaban en el encargo real de sus viajes y nadie salvo el Rey podría privarle de su plaza como catedrático así como el cobro de las cantidades devengadas y no percibidas del "medio sueldo" durante los años que estuvo haciendo trabajos en el extranjero como comisionado del Gobierno de España. Finalmente el Claustro acepta sus alegaciones reintegrándolo a su puesto y dejando nulo el concurso de su cátedra de 1811 por lo que Rodríguez permanece como docente en Santiago de Compostela, pero no por mucho tiempo.
En 1814 nuevamente con permiso real se desplaza a Alemania para permanecer dos años en la Universidad de Gotinga donde toma contacto con la Cristalografía, disciplina aun no introducida en España y que estudia con la supervisión del mineralogista Werner. Sus conocimientos sobre Mineralogía se completaron al conocer y entablar una fuerte amistad con el abad René J. Haüy, padre de la Cristalografía moderna. Tal fue su grado de amistad que Haüy regala a Rodríguez una colección de 1.024 modelos cristalográficos perfectamente catalogados y ordenados.
Regresa nuevamente a París en 1817 por encargo de la Universidad de Santiago para adquirir instrumentos y equipamiento para el nuevo gabinete de Física. Estando en París, en 1818 rechaza la invitación del zar Alejandro II para dirigir el Observatorio astronómico de San Petesburgo y al año siguiente el gobierno español para intentar evitar una "fuga de cerebros" y no perder a un importante científico le ofrece similar puesto y le nombra director del Observatorio astronómico de Madrid dependiente del Museo de Ciencias Naturales para la reorganización del observatorio así como profesor de astronomía del mismo museo.
Rodríguez comprobó que las observaciones y cálculos de Mudge del arco del meridiano entre Clifton y Dunosse (Inglaterra) eran muy exactos y que apenas tenían escasas variaciones con otros cálculos de diferentes astrónomos y geodestas. Si bien las conclusiones de Mudge eran opuestas a las suyas y a las teorías de Isaac Newton y Christian Huygens: mientras Newton propugnaba que la tierra no era redonda sino achatada por los polos por el efecto gravitatorio, Mudge apoyándose en sus cálculos afirmaba lo contrario, la tierra era achatada por el ecuador, con la forma de un limón.
El Matemático de Bermés con las observaciones de Mudge y utilizando las fórmulas y el método de Delambre recalculó todas las observaciones y descubrió un error de observación de la latitud de la estación intermedia de Arbury Hill demostrando lo equivocado que estaba Mudge con sus conclusiones sobre la forma del arco del meridiano. Rehizo todos los cálculos dando un valor de la excentricidad del arco en 1/320, aun más exacto que el 1/206 de Delambre siendo ampliamente reconocido por los científicos contemporáneos de renombre internacional.
Es quizás la aportación más importante del Matemático Rodríguez a la ciencia: demostrar empíricamente que la teoría de Newton era cierta y además hacerlo con una mayor exactitud que cualquier otro físico.
La magnitud de esta aportación al mundo científico hay que enmarcarla en el contexto de finales del siglo XVIII y principios del XIX con una comunidad científica dividida en cuanto a las conclusiones de la teoría de Newton sobre la forma de la Tierra elaborada 200 años antes. La comunidad científica no se ponía de acuerdo, estaba divida entre los que avalaban las conclusiones de Newton mientras otros pocos demostraban lo contrario. No contaban con los adelantos técnicos de hoy en día con unos satélites que nos hace muy fácil ver desde el espacio la forma de la Tierra.
Todos sus éxitos tanto académicos como científicos generaron las envidias de sus detractores especialmente en el seno de la Universidad, donde en aquella época no era bien visto ni se entendía que un docente no atendiese a su cátedra durante años aun con permiso del claustro para ejercer una labor investigadora y menos aún percibiendo el importe de "medio sueldo" como así se estableció en la concesión de su excedencia. La otra mitad no percibida sería destinada para el pago del sueldo a su sustituto en la Universidad.
En realidad ya se había ganado con anterioridad la enemistad de parte del Claustro al defender desde sus inicios como docente las tesis de las corrientes progresistas que solicitaban una reforma integral del plan de estudios para que la filosofía aristotélica-tomista y defendida por el sector inmovilista de la Universidad, dejase de tener un excesivo peso en favor de otras visiones. Así enfrentado a un sector que además era mayoritario en el Claustro por la gran presencia eclesiástica entre las filas del profesorado, Rodríguez sufre las insidias de su principal detractor el catedrático de Teología Fray Jocobo Blanco.
Fr Jocobo ya se había opuesto frontalmente al alejamiento de la docencia del Matemático Rodríguez en su primer viaje a París para evitar la introducción de las ideas renovadores procedentes de Francia. Encabezando el sector inmovilista, consigue impedir que el Claustro no pague a Rodríguez la cantidad del medio sueldo estipulado en la concesión de su excedencia durante su estancia en el extranjero. De hecho varias veces Rodríguez reclamó por escrito sin éxito al Rector y al Claustro el pago de las cantidades devengadas. Tales acciones de sus rivales académicos tuvieron su culmen cuando éstos consiguieron que el Claustro decidió dejar vacante su plaza de catedrático y sacarla a concurso en septiembre de 1811.
Al enterarse en 1812 de estos hechos, el Matemático Rodríguez regresa urgentemente a Santiago de Compostela abandonando su actividad científica para intentar recuperar su cátedra a la vez que reclamar el medio sueldo no percibido durante los últimos diez años en el extranjero.
Sus pretensiones se argumentaban en el encargo real de sus viajes y nadie salvo el Rey podría privarle de su plaza como catedrático así como el cobro de las cantidades devengadas y no percibidas del "medio sueldo" durante los años que estuvo haciendo trabajos en el extranjero como comisionado del Gobierno de España. Finalmente el Claustro acepta sus alegaciones reintegrándolo a su puesto y dejando nulo el concurso de su cátedra de 1811 por lo que Rodríguez permanece como docente en Santiago de Compostela, pero no por mucho tiempo.
En 1814 nuevamente con permiso real se desplaza a Alemania para permanecer dos años en la Universidad de Gotinga donde toma contacto con la Cristalografía, disciplina aun no introducida en España y que estudia con la supervisión del mineralogista Werner. Sus conocimientos sobre Mineralogía se completaron al conocer y entablar una fuerte amistad con el abad René J. Haüy, padre de la Cristalografía moderna. Tal fue su grado de amistad que Haüy regala a Rodríguez una colección de 1.024 modelos cristalográficos perfectamente catalogados y ordenados.
Regresa nuevamente a París en 1817 por encargo de la Universidad de Santiago para adquirir instrumentos y equipamiento para el nuevo gabinete de Física. Estando en París, en 1818 rechaza la invitación del zar Alejandro II para dirigir el Observatorio astronómico de San Petesburgo y al año siguiente el gobierno español para intentar evitar una "fuga de cerebros" y no perder a un importante científico le ofrece similar puesto y le nombra director del Observatorio astronómico de Madrid dependiente del Museo de Ciencias Naturales para la reorganización del observatorio así como profesor de astronomía del mismo museo.
José Rodríguez González (1770 - 1824) y José Chaix (1765 - 1811)
Paraninfo de la Universidad de Zaragoza
En 1821 defendió la creación de una Universidad Central en Madrid, como centro aglutinador de la ciencia y punto de reunión de las eminencias del país, a la que ayudó a organizar dejando su cátedra de Santiago para ocupar la cátedra de Astronomía de la Universidad Central de Madrid. Durante este período como medio de financiación aceptó dirigir sin mucho interés los Calendarios Agrícolas para Galicia y Asturias encargando su impresión a un amigo suyo de Preguntoiro (Santiago). Calendarios que no tuvieron mucho éxito a tenor de la influencia negativa de los párrocos en los púlpitos que veían a los liberales e ilustrados como Rodríguez que anteponían la ciencia sobre la religión como la encarnación del mal.
Paralelamente a su actividad principal, sus relaciones sociales y políticas así como su reputación académica y científica le llevaron a ser diputado a Cortes por Galicia durante el Trienio liberal de 1821-1823 hasta que Fernando VII el 29 de septiembre de 1823, incumpliendo su juramento, restaura el absolutismo en España anulando la Constitución de Cádiz y persiguiendo a los liberales.
Por sus ideas políticas y las envidias de sus compañeros más mediocres en 1822 es apartado injustamente de la cátedra de Astronomía de la Universidad Central y, ya sin sus ingresos corrientes, debe echar mano de sus ahorros para subsistir. Decide ir a Portugal en 1824, enfermo y sin apenas recursos, para interesarse por una vieja amistad gravemente enferma así como aprovechar su estancia en el pais luso para tener contacto con la Universidad de Coimbra y Lisboa.
Sin embargo, Rodríguez que no pasaba por su mejor momento, perseguido políticamente con una enfermedad avanzada y agravada por su situación de precariedad económica decide regresar a España a terminar sus días. Falleció en la parroquia de San Fructuoso de Santiago de Compostela el 30 de septiembre de 1824 y fue enterrado en la iglesia de San Agustín de Santiago con una lápida sin inscripción ni nombre alguno y que no se sabe si por cuestión política o si borrada por el paso del tiempo.
Por los actos de una persona se puede perfilar su personalidad y los de Joseph Rodríguez, el Matemático de Bermés, nos muestran una persona claramente adelantada a su tiempo como lo demuestra su elección por la ciencia en detrimento de la religión. En el contexto temporal en el que le tocó vivir a Rodríguez, un niño nacido en el seno de una familia labriega solo podría estudiar si seguía la carrera religiosa, cosa que no aceptó.
Persona de mente abierta con grandes inquietudes por el conocimiento de cualquier disciplina que desde joven desarrolló una personalidad comprometida con la ciencia y el progreso con valores como la honradez, el respeto y la lealtad así como un gran compromiso social. Abrazó enseguida las ideas ilustradas y renovadoras que venían de Francia en contra del inmovilismo reinante en España adoptando unos valores valores políticos como la libertad y la razón de las ideas defendiendo sus raíces y su tierra natal, Galicia.
El propio Matemático en una de sus cartas en 1820 escribía: "... digo que ningún pueblo de la tierra hizo el paso repentino de un estado de embrutecimiento, de esclavitud y de barbarie al de libertad, de independencia y de la razón con más moderación y mayor dinidad que el pueblo español..."
El doctor Luis Gigirey en una conferencia en Barcelona en 1917 dijo de Rodríguez: "El ejemplo de nuestro sabio, el doctor don José Rodríguez y González debe alentarnos a todos. El luchó desinteresadamente por la Ciencia y sea esta la que inspire nuestros actos, porque, sólo la Ciencia amparada en la idea de Dios, es lo único que puede conducirnos a la verdadera felicidad en todos los órdenes".
RESUMEN DE SUS APORTACIONES
- Demostró empíricamente y definitivamente que la Teoría de Isaac Newton sobre la forma de la tierra era cierta.
- Colaboró en la exacta medición del arco del meridiano de París, para la determinación de la unidad de la medida de longitud, el metro, como base del Sistema Internacional.
- Introdujo la Mineralogía en España.
MES DE LA CIENCIA EN GALLEGO
En noviembre se celebró el Mes de la Ciencia y la Tecnología dedicado este año a la figura del Matemático Rodríguez ensalzando su importancia con una serie de actos institucionales, conferencias y talleres celebrados el 17 de noviembre en Lalín (Pontevedra).
11:00 Ofrenda floral delante del busto del Matemático con posterior discurso del Conselleiro de Cultura y del Alcalde de Lalín en presencia de los vecinos y de una representación de la familia del Matemático entre los que me encontraba.
11:30 CEIP Varela Buxan (Colegio Público de Cercio). Taller consistente en una representación teatral para los más pequeños explicando la importancia del Matemático. El enviado del zar de todas las Rusias, de una forma amena para el público infantil y no tan infantil, dió unas pinceladas sobre el matemático y su misión era buscar a algunos de los niños para que fueran a trabajar como científicos a Rusia.
13:00 IES Laxeiro de Lalín. Conferencia de entrada libre de D. José Ángel Docobo, catedrático de Matemática Aplicada de la USC y director del Observatorio Astronómico Rámon María Aller. Tuvo un marcado carácter didáctico para los alumnos del instituto, explicando las aportaciones científicas del Matemático repasando la metodología usada en sus estudios.
20:00 Museo Ramón María Aller de Lalín. Conferencia de D. Gonzalo Navaza Blanco, profesor de la Universidad de Vigo, donde profundizó más en los rasgos de su personalidad, en sus relaciones sociales con políticos y científicos, su ideología y valores.
Una jornada intensa y muy instructiva en compañía de la familia que aportó nuevos detalles hasta la fecha desconocidos para mi sobre el Matemático, así como de Francisco Javier Rodríguez Gil, hermano del tatarabuelo y sobrino de José Rodríguez. Francisco Javier Rodríguez conocido tambien como "O Filólogo de Bermés" fue el redactor el primer diccionario gallego-castellano.
PLACA CONMEMORATIVA
El alcalde de Lalín en su discurso mencionó la gran deuda de Lalín con el Matemático al no tenerlo reconocido como Hijo Predilecto (Fillo Predilecto) cuando quizás era el vecino con la mayor aportación al mundo científico con diferencia así como el de mayor proyección internacional.
Así en el Pleno del Ayuntamiento del 29 de diciembre se nombró a Joseph Rodríguez González Fillo Predilecto de Lalín y el día 31 se descubrió una Placa Conmemorativa en la fachada de su vivienda natal en Bermés do Fondo, hoy propiedad de mi prima María Carmen.
Un acto institucional que contó con los discursos de José Crespo, Alcalde de Lalín, y de Daniel Gonzalez Alén, cronista oficial de Lalín. Antes de descubrir la placa, el primo José Luis tomó la palabra para agradecer al Concello este homenaje al Matemático así como a los presente volviendo a resaltar la figura del científico y lo importante que ha sido su figura en nuestras vidas, siempre presente gracias a la transmisión verbal de nuestros padres y del abuelo David Vázquez, siendo el momento más emotivo cuando recordó a nuestros padres (Lola, Esther, Manolo, Zalo y Ubaldo) a los que les hubiese gustado poder disfrutar del homenaje, el momento más emotivo de la jornada y que más de uno tuvimos que enjugarnos los ojos humedecidos por las lágrimas que afloraron.
Finalmente la placa fue descubierta conjuntamente por los primos José Luis y Maria Carmen, rematando con el himno gallego por parte de la Banda de Bermés.
TEXTO INTEGRO DEL DISCURSO DE JOSE LUIS VAZQUEZ
"Permitideme que tome a palabra en nome da nosa familia, a familía de Rodríguez, a familia de Casa de Rodríguez, para agradecerlle as autoridades presentes: alcalde, concelleiros de Lalín, etcetera, a todos los veciños de Bermés e a outros amigos que aquí vexo hoxe...
A vosa presencia neste acto tan emotivo e entrañable que pon en valor ademais a nosa cultura. Dende sempre nesta casa, o falaba esta mañá con maña irmá, sempre pensamos que había que poñer en valor, perdón, que había que recuperar a memoria histórica dun científico galego..., do científico galego más importante a nivel internacional da época da Ilustración. Una especie de "erasmus" do seu tempo, un home que nos transmitiu valores que hoxe están un pouco esquecidos como é a ilusión pola ciencia, o compromiso social,... Todo este tipo de cousas que nos fan que nos sintamos moito mais orgullosos de él e que hoxe, gracias a esa sensibilidade e de esos políticos, poden axudarnos a coñecer un poco millor.
Para rematar quisiera traer aquí o recordo dos meus pais, ou dos nosos pais, Isabel e Zalo, tíos que naceron nesta casa -Lola, Ubaldo, Manolo, Esther- e sobre todo, sobre todo, o meu abó David que moitos coñecedes, que foi cando nos eramos pequenos o verdadeiro transmisor oral das toleadas que falades antes do Matemático. Non están presentes físicamente pero sí están presentes noso corazón, sempre noso recordo e que se sentirían orgullosos desta xornada, desde recoñecemento e se sentírían moi honrados dun día como hoxe.
E nada mais, grazas a todos e Feliz 2015"
Traducción al castellano:
"Permitidme que tome la palabra en nombre de nuestra familia, la familia de Rodríguez, la familia de Casa de Rodríguez, para agradecerle a las autoridades presentes: alcalde, concejales de Lalín, etcetera, a todos los vecinos de Bermés y a otros amigos que aquí veo hoy...
Vuestra presencia en este acto tan emotivo y entrañable que pone en valor nuestra cultura. Desde siempre en esta casa, lo hablaba estamañana con mi hermana, siempre pensamos que había que ponerne valor, perdón, que había que recuperar la memoria histórica de un científico gallego..., del científico gallego más importante a nivel internacional de la época de la Ilustración. Una especie de "erasmus" de su tiempo, un hombre que nos transmitió valores que hoy están un poco olvidados como es la ilusión por la ciencia, el compromiso social,... Todo este tipo de cosas que hacen que nos sintamos mucho más orgullosos de él y que hoy, gracias a esa sensibilidad de los políticos, pueden ayudarnos a conocer un poco mejor.
Para acabar quisiera traer aquí el recuerdo de mis padres, de nuestros padres, Isabel y Zalo, tíos que nacieron en esta casa -Lola, Ubaldo, Manolo, Esther- y sobre todo, sobre todo, mi abuelo DAvid que muchos conocisteis, que fue cuando eramos pequeños el verdadero transmisor oral de las locuras que relatasteis antes del Matemático. No están presentes físicamente pero sí están presentes en nuestro corazón, siempre nuestro recuerdo u que se sentirían orgullosos de esta jornada, de este reconocimiento y se sentirían muy honrados de un día como hoy.
Y nada más, gracias a todos y Feliz 2015"
SALud
Rev. 08/03/2015
Rev. 08/03/2015
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