Del mismo Daroca parte el Anillo de Gallocanta, para llegar a la laguna que da nombre al anillo, de gran interés medioambiental. Este anillo lo dejaremos para otro viaje motorizado con la familia, por lo que continuamos hacia El Poyo del Cid, nuevamente en la provincia de Teruel. Antes pasaremos por el valle del Jiloca y lo spueblos de Báguena y Calamocha.
En Poyo del Cid se sitúa el cerro de San Esteban, y el Cantar lo define como un "poyo maravilloso y grande", donde Rodrigo lo utilizó como campamento seguro, aprovechando una antigua fortificación romana. Aqui empieza otro anillo, el de Montalbán, que tmbien dejaremos para mejor ocasión.
Seguimos camino hacia Monreal del Campo, donde podemos observar la curiosidad el nacimiento del Jiloca con sus ojos. Además muy cerca está el castillo roquero de Peracense. Uno de los más impresionates castillos. Si nos queda cerca de la ruta, pues se irá.
Dejando Monreal volvemos a entrar en la provincia de Guadalajara para llegar a Molina de Aragón, sita en el Alto Tajo y de origen musulman. Según el Cantar, Avengalbón, señor de Molina, era buen amigo y hombre de paz, siendo un aliado del Campeador. Otro tema son los hechos históricos.
Es bueno tomar un buen descanso en Molina, visitando el castillo-alcazar, el barrio de la Judería, ya que el destierro se complica a partir de este bello pueblo. La traza se vuelve sendero casi inciclable, con una extrema dureza y el propio Consorcio recomienda a los cicloturistas seguir la carretera, en la zona de Megina, Chequilla, Checa y Orihuela de Tremedal.
Se llega a Bronchales discurriendo por los montes Universales y desde aquí comienza otro tramo duro de bajada con gran pediente, y que nos recomiendan seguir por carretera por la vega del Guadalvia, para llegar hasta Albarracín. Si bien la llegada desde lo alto hasta este poblado medieval, rodeado por una magnífica muralla, es IMPRESIONANTE, por lo que si las fuerzas nos acompañan, bjaremos por donde no está recomendado bajar.
Como se suele decir, "si hay que bajar, se baja". Por cierto en Albarración, durante una escaramuza, Rodrigo recibió un lanzazo en el cuello que casi acaba con él. Tambien decir que volvemos a estar en la provincia de Teruel. Que mareooooo...
Una vez descansado, despues de visitar esta villa, nos dirigimos hacia Cella visitando su fuente artesiana para seguir a Teruel, y que podemos decir de Teruel, aparte de que sí existe y de los amantes... Merece la pena pararse a conocer Teruel.
Seguimos hacia Mora de Rubielos, donde se puede hacer un alto en el camino y visitar sus casco histórico.
Desde Mora de Rubielos vamos a Rubielos de Mora, Olba y, adentrándonos ya en la provincia de Castellón, Montanejos y Montán, para acabar en Jérica. No poco hay que decir de Jérica, pero destaca su castillo de origen árabe con su torre del Homenaje, así como la estructura circular de sus calles.
En Jérica, posiblemente, el Campeador reunió a sus fuerzas para acometer el asedio a Valencia y su posterior conquista. Valencia ya está a un paso.
Desde Mora de Rubielos a Jérica, si bien tiende a bajar, es un tramo duro por la escasa ciclabilidad del trazado.
Salimos de Jérica, para descender literalmente a Sagunto, y contemplar sus restos romanos, y seguir hacia Valencia, en un tramo llano, pero de los más feos de todo el trazado, como así indica el Consorcio. Una pena que la llegada a esta importante capital sea así, como un dulce amargo.
Si bien la ciudad, merece la pena visitarla durante unas cuantas horas... Y por supuesto, visitar la estatua ecuestre del Cid, hermana de la sita en Burgos.
Jimena, su esposa
y Diego, su hijo.
Poco se conoce del hijo del Cid.
Mañana, continuaremos, si las fuerzas nos acompañan, por el Ramal Defensa Sur, hasta Orihuela.
Buenas noches y hasta mañana.
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