Etapa 12 La Gudiña - Ourense

Una vez dije, al entrar en Galicia jugamos en casa y todo sería más fácil. Craso error, las etapas más duras con mucha diferencia las estoy encontrando en mi tierra. El Pico de la Dueña o el puerto de Bejar, incluso la subida O Cebreiro del Camino Francés, son oro molido comparado con lo que me encontré hasta ahora en Gallaecia.

Nos levantamos ligeramentente más tarde que otros dias pasados. Rápidamente mi compañero Javier al que le estoy eternamente agradecido por su compañia en esta etapa, y yo desayunamos y partimos para hacer una etapa que nos reportaría sobre 95 km.




Al principio se sube por carretera, unos paisajes desde arriba impresionantes, volvemos a superar la cota de los 1000 metros. Parece que estás en el cielo, que dominas sobre la tierra. Pasas por aldeas en la que muchas no tienen ni su nombre rotulado (Venta do Espiño, Venta da Teresa y Venta da Capela).






Dejamos alla abajo por nuestra derecha el embalse de Portas, más allá del pantano se levantan las montañas del Invernadeiro. El camino avanza por las alturas con vistas constantes del pantano y su espectacular entorno.





Seguimos hasta llegar a Campobecerros, con una impresionante bajada previa sobre sendero de pizarrero tipo cortafuegos, que tiene infinidad de trozos sueltos con gran peligro para las cubiertas, (el desnivel llega al 19%).

Allí vimos el homenaje a los carrilanos y charlamos con Manuel, un antiguo cliente de cuando trabajé en Verín. Otra casualidad del Camino.






Saliendo de Campobecerros, el Camino tiene una fuerte subida por carretera y despues una bajada por camino rápido y semi-pedregoso con unos paisajes espectaculares en dirección a Laza, pasando por Portocamba y Eiras, desde este pueblín el trazado discurre también es por asfalto bajando a Laza.

Cuando entraba en Eiras venía pensando a ver si estaría un amigo y vecino, natural del Laza. Y en esto al pasar una curva en Eiras, le veo: una foto suya adorna la puerta de una casa con propaganda electoral. Se presenta a alcalde de Laza.


Una vez en Laza, fotos de la iglesia gótiga de San Xoan, y nos vamos a hacer un repostaje sólido en el unico bar del pueblo, que hacen bocatas. Y allí, sentado en una mesa, está mi amigo, el candidato, tomando un café, mientras lee el periódico. Nos invita a las consumiciones y a comer, cosa que declinamos porque queremos comer en Vilar de Barrio.

Partimos y encaramos la subida de la Alberguería. Aquí otro calvario.








Se pasa de 500 metros a 910 metros en nada. Imposible subir en bici, el arbolado que nos ha acompañado hasta el momento desaparece y el calor empieza azotar como un látigo sobre nosotros.

Muy despacio, racionando el agua, subimos y subimos y seguimos subiendo. Los brazos con 2 kilos de crema notan el calor abrasador, la cabeza chorrea, las gafas inundadas de sudor. El consumo de agua empieza a ser exponencial.




En la guia del Camino de Fonseca menciona un único roble salvado de los incendios que es "parada obligada" a descansar. Nosotros no lo vemos por ninguna parte; ¿se quemaría el verano pasado?, ¿lo talarían? y seguimos subiendo casi por un firme que a veces es roca viva, hasta que en lontananza lo vemos. Que alegría.

Llegamos y "tirada" en el suelo a descansar 10 minutos bajo su fresca sombra. Con nuevas fuerzas volvemos a iniciar la subida. Sin embargo, al poco volvemos a estar agotados por el excesivo calor y la pendiente, parece que subieramos por un cortafuegos.







Llegamos a una carretera y la pendiente minora. Parece que ya estamos arriba y decidimos comer alli mismo en el pueblo de Alberguería. Solo hay un bar "El Rincon del Peregrino", regentado por Luis, hermano de Manuel, el cliente que nos encontramos en Campobecerros.

EL local es muy peculiar, teniendo infinidad de conchas colgadas del techo con los nombres de todos los peregrinos que han parado allí. Inmortalizo mi nombre en una concha (pienso en la que falta, la de Ricardo). Fotos.





Seguimos ya que solo hay bocadillos y, aunque hemos repostado algo de sólido y líquido, necesitabamos un serio repostaje de plato.

Subimos un poco más y ya por fín, un descenso y fuerte hasta Vilar de Barrio. Allí tampoco encontramos para comer de plato, por lo que nos conformamos con bocata jamonero y cocacolas.


A partir de aquí es todo bajar hasta Xunqueira de Ambia, "piano, piano" casi todo por asfalto.



Fotos al monasterio, y continuamos. Practicamente ya todo por carretera desde A Pousa. Los kilometros empiezan a volar en Santo Asfalto.

Ya teníamos ganas de llegar, y además a casa. Previa parada en la Ermita de Santa Águeda de Seixalvo para fotear, ya que es el cumpleaños de mi hija mayor cuyo nombre es el mismo que el de la santa.








Una vez en la Ciudad de Las Burgas nos separamos Javier y yo, no sin antes darnos un efusivo abrazo y darle las gracias por su compañía.

Llego a mi portal, le hago una foto, bajan mis hijas, guardo la bike en la bodega del garaje para su descanso, y cuando llego arriba, estaba Ricardo en casa. Un abrazo a mi mujer y otro a Ricardo con tanta emoción que alguna lágrima brota.

Nos tomamos el mejor vino de mi bodega, jamón, pinchos (más bien me los tomé yo porque venía con un hambre..., jejeje).


Llamadas atrás y delante de familiares y amigos. Cena, y descanso muy tarde.



Salud desde la Ciudad del Oro, Ourense. Ignacio, el forero calan