Etapa 6 Carcaboso - Fuenterroble de Salvatierra

Crónica tardía, pero llegamos tarde y ya no me dio tiempo a escribir nada, ni ordenar mis ideas.

Ahora he comenzado a hacerlo, sentado en el Pico de la Dueña, reflexionando, pero seguro que acabo 20 km mas alla.

La etapa de hoy, mas bien de ayer, ha tenido dos partes diferenciadas para mi. No voy a poner nada de como ha sido el trazado, ni otras gaitas. (eso espero).

Empezamos temprano para encarar al final de la mañana la temible subida del Puerto de Bejar. Avanzo despacio, muy despacio y eso que no hay subidas al principio.

Le doy vueltas a la cabeza, y mas vueltas, la familia, el trabajo,... No avanzo nada!! Me cuesta, el trabajo sigue ahí en mi cabeza. Y aun no hemos empezado las rampas mas duras. No seré capaz de subir!! Joer que calor, la cabeza empieza con una jaqueca. Ahora no! Por Dios! Con la cabeza como un bombo me será imposible subir, lo sé me conozco. Y aun son las 11 de la mañana.

Menos mal que por lo menos la rodilla de Ricardo parece mejor. De hecho tiene que esperarme él. Las tornas han cambiado.

Pero nota algo, es observador. "Te noto bajo, pero no de fuerzas, sino de moral" me dice.

En esto observo que una patilla del v-brake delantero esta flojo, de forma que está constantemente rozando con la rueda frenándola. Lo intento apretar, pero para mas inri, esta pasado de rosca. Esto acaba de mimar mi linea de flotacion.

Seguimos e intento frenar solo con el trasero. En Baños de Montemayor, por suerte mientras callejeo, salta por los aires. Joer!!!.

Me fijo mas y veo que es una averia grave: realmente el problema está en la rosca interior de la horquilla donde se atornilla el v-brake; está completamente pasada de rosca. No se que hacer. Se me viene todo abajo.

Paramos a comer en el mismo Baños, a la espera que abran una tienda de bikes en Hervás.


Ir a Hervás supone volver atrás sobre 8 km y duros. Dudas, incertidumbres,... No se si llamar al taxi, si llamar a la tienda de bicis, ya no se nada. Le digo a Ricardo que vaya tirando él, pero su contentación: "los dos salimos de Sevilla juntos, y los estamos juntos para las duras y las maduras". Emoción contenida.

Llamamos a la tienda y me responden que el jefe no esta hasta las 5. Esperamos pues. A las 5 me dice que no puede dejar la tienda, que vaya hasta allí en bici. Llamada al taxi: no puede llevar bicis.

Ufffffff! Ya son las 5 y media, hemos perdido una hora y media en esperar para nada.

Decision rapida: tirar hasta Fuenterroble y al dia siguiente reparacion en Salamanca, si llegamos (que es sabado).








A partir de ese momento, empiezo a volar, subo la calzada de Baños en 1-3 con pendientes que llegan al 16%. No paro.

Ricardo se queda, no puede seguirme. Le voy esperando. Llegamos a Calzada de Bejar, y decidimos seguir sin desviarnos al pueblo. Zapatilla!!. Estoy exultante. Ya no puedo parar. Bajo la Calzada con pendientes de 17% solo con el trasero, pero me da igual.

Llegamos a Fuenterroble con Ricardo extenuado. Conocimos al mitico Padre Blas, dormimos en su albergue, tertulia. Y el resto para el diario de Ricardo.

Lo estamos pasando genial. Saludos

Ignacio y Ricardo.



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Una vez acabado el Desafio, ya con más tranquilidad y sosiego, paso a relatar con más detalle la etapa desde Carcaboso porque considero que merece la pena...













A lo lejos, por encima del arbolado, se ve uno de los hitos más importantes de la Via de la Plata: el Arco de Cáparra y sus ruinas romanas. Nos paramos a deleitarnos con la Historia, al princio en solitario y despues acompañados por los bicigrinos catalanes, que pernoctaron en Carcaboso también donde la Sra. Elena, como nosotros.













Fotos a raudales del yacimiento milenario. Un placer conocer tales ruinas.













Seguimos rodando un rato más con los otros bicigrinos sorteando todo tipo de dificultades.














Ya solos otra vez y detectada la avería pasamos por Aldea del Cano y llegamos a Baños de Montemayor, donde fue la rotura definitiva del freno.













Una vez coronada la Calzada de Bejar y su estupendo albergue muy apetecible y hogareño, charleta con peregrinos y uno de ellos ourensano. No nos quedamos para finalizar la etapa lo más cerca posible de Salamanca, para poder llegar al dia siguiente temprano y arreglar el freno.

Así continuamos, por unas pistas anchas y terreras, pasando por Valverde de Valdelacasa, finalizando la jornada en el albergue de Blas, en Fuenterroble. Una vez allí, colada nocturna y cena comunaria y a la piltra. La crónica quedaría para el dia siguiente.