Etapa 14 Bendoiro - Santiago de Compostela

Esta vez voy a ir directamente al grano: por fin he llegado a Santiago de Compostela, me he tumbado en la Plaza del Obradoiro, y con emoción he abrazado a nuestro Benefactor y visto su Reliquias.

Desarrollo: para la última etapa había dejado sobre 56 kilometros, que fuera suave para poder llegar a tiempo de comer con la familia. Al final salieron 61 y llegué muy justo para la paparota.


Diana a las siete de la mañana, y remolón salgo a las 7:45 del albergue. No hay bares para desayunar, o sea que inicio con el buche vacio. Desde el primer momento observo que el gran protagonista, aparte del Santo y uno mismo más Ricardo, ausente, es el arbolado y el verde gallego por doquier.








Desde Bendoiro se baja hasta el Rio Deza por el puente medieval, originariamente de madera, llamado Puente Taboada, que servia de calzada romana y posteriormente de Camino Real, como atestiguan las piedras de su firme. Así pues la dura subida despues del puente se hace realizando, lo que últimamente es muy común: el empujing.



Se llega a Silleda por unas carballeiras frondosas y verdes, a veces hacen auténticos túneles que impiden la conexión del GPS con sus satélites colegas. Previamente pasamos por delante de la iglesia de Santiago de Taboada con su tímpano de la portada que representa a Sansón luchando con un león.














Una vez en Silleda, refrigerio y preparación de limonada alcalina, el "acuarius", "tang" o "red bull" particular que nos preparaba todos los dias Ricardo, en su rol profesional.

De Silleda se baja hasta Bandeira, todo correcto, más árboles pero empieza a cobrar también protagonismo el asfalto hasta el final, tanto en forma de carretera como de pista asfaltada.


Tremenda bajada desde Bandeira hasta Piñeiro y despues un sube-baja rompepiernas hasta que empiezo a descender hacia Puente Ulla, pasando antes por Dornelas con su iglesia de San Martiño.









El descenso es de vértigo, porcentajes de desnivel del 16-19%, hasta que me encuentro un tractor cargado de troncos, que hace embotellamiento (solo para mi, porque no hay ningun vehículo más). Soy paciente porque el puente está a casi nada y quiero parar para hacer fotos.

















Despues de pasar el puente, se sube duramente desde los 78 metros de altitud hasta los 320 metros de Outeiro, y solo en 4 km. Joer!!!!, y con todo tipo de terreno, zona tipo camino real, asfalto y camino. el cuerpo se te pone tibio y las piernas tambien, que ya empiezan a quejarse.

Consumo de líquido exponencial. Menos mal que estamos en Galicia, fuentes por doquier para repostar. Una de estas fuentes es la de Santiago Peregrino, pegada a la iglesia del mismo nombre en Outeiro. Parada para repostar en semejante icono, y fotos.

















Sigo por pistas sube-baja, hasta llegar o desembocar a una carretera, en la que el Camino sigue a la izquierda, pero me desvio a la derecha para cumplir la promesa que hicimos al salir de Sevilla, Ricardo y yo, subir al Pico Sacro.


Esta montaña es el equivalente al Monte del Gozo del Camino Francés, pero mucho más lejano de Santiago. Así pues tiro hacia la derecha, le pregunto a una paisana sobre la distancia, y no me sabe contestar, porque ella lo hace andando. Le sugiero sobre 2 km y me contesta que posiblemente.

Acerté por los pelos, 1,9 km, pero ojalá que fuesen más. Se sube desde una cota de 322 a 536 metros, si fuesen 300 metros menos tendrían que auxiliarme los chicos del 112, con bombonas de oxigeno, masajes cardíacos, reanimadores de todo tipo,... Me explico, para superar un desnivel de 214 metros, a menor distancia más es la pendiente media, por lo que me hubiera gustado que tuviera 3 km e ir más cómodo.


Así con dos bemoles, le planté cara al Pico y subí, en principio en plato mediano, pero a medida que la cosa se ponía cruda con rampas cada vez con más inclinación, bajé al pequeño y casi "molinillo" y para arriba, pero cuando la pendiente llega al 21-22% ni molinillo ni nada, tus piernas flaquean, chorros de sudor. Aún así tenía una cosa en mente, dedicar la subida a Ricardo, por lo que subí hasta arriba sin parar nada, solo un momento para hacer una foto, y seguir.

Cuando llegué arriba, casi tiro la bike a tomar viento, consumo de agua a raudales, fotos de la capilla, y me dirijo al vértice geodésico, me encaramo a él, me saco el casco, se lo pongo de sombrero y foto de la imagen. Mensaje corto a Ricardo "estoy en Pico Sacro".


















La vista desde allí arriba es I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-T-E, toda desde cualquier ángulo. Fotos por doquier. Descanso e inicio la bajada. Y que bajada, si la subida fue espectacular, la bajada aún más, y os recuerdo con un sólo freno. No los llevaba de corbata, se metieron debajo del casco, por si acaso.




A partir de ahí un constante rompepiernas total, alternando pistas asfaltadas con caminos. Se pasa varias veces la via del ferrocarril, sube o baja para salvarla, se baja a tres rios para volver a subir, hasta llegar a Santiago, que la calle de entrada, cómo no podia ser de otra manera un subidón del "carallo" haciendo empujing. Callejeo hasta llegar a las inmediaciones de la Catedral.







Entro en la Plaza del Obradoiro, mi familia estaba allí y mis amigos de Zamora, para arroparme en mi entrada, perdón en nuestra entrada, verdad?, Ricardo.

Los saludo sin parar mientras me dirijo al centro de la plaza, tiro la bicicleta y miro para arriba, totalmente extenuado, mirando a la cara a Don Santiago, allá en su pedestal. Se inclina imperceptiblemente, (solo yo lo he visto), me mira y me echa un guiño como diciendo "Chaval!!, que gusto verte de nuevo por aquí, vuelve pronto!!!!". Contengo la emoción y me tumbo en el suelo, al lado de mi burra.


Abrazos a la familia y amigos, fotos y saludos a otros peregrinos. Y vamos a los croques, tocar la columna para indicar que "he llegado" y abrazar al Santo. Sorpresa, para abrazar el Santo a partir de las 4 y media, y para os croques y la tocada de la columna, imposible. Han puesto una estructura metálica que impide su acercamiento.

Si he tomado cervezas a destajo en Sevilla, saltado vallas en Arroyo Mateos, vadeados rios con caida y todo, subido la Canda, no me van a permitir tocar la columna???? Es una estructura baja, se salta levemente, se toca y se cumple con el ritual.



Friamente, decido NO saltar, no en un lugar sagrado. Eso ya sería el colmo. Lo que si hago es introducir mi cuerpo ligeramente entre los barrotes, alargar mi mano y rozar la base de la columna. Rito realizado. Visita de las Reliquias.

El abrazo, por problemas de horarios, lo dejo para la tarde, despues de comer, al igual que la obtención de la Compostelana. Mientras callejeamos por la Rua del Franco me encuentro con los bicigrinos catalanes, que despues de tantos encuentros a lo largo de Camino, ya casi son como amigos, el Camino une. Abrazos efusivos, y despedida de ellos. Comida en María Castaña, que ya lo conocíamos.







Acto siguiente, de vuelta a la Catedral para el abrazo al Santo. Miento, fueron tres abrazos, uno por mi familia, otro por Ricardo y los suyos, y el tercero por todos los bicigrinos que estais ahí, quería dar un cuarto abrazo, pero casi me echan a patadas por retrasar la cola, por lo que en el tercer abrazo incluí a todas aquellas personas que nos han dado saludos para Santiago y aquellos que nos han deseado buen camino o buen viaje, así como aquellas personas anónimas que nos han ayudado, de una u otra manera, durante estos días.



Gracias a todos, y... cuando empezamos el siguiente?
Continuará..., seguro!!


Ignacio, ya desde la Ciudad de las Burgas, mi hogar.