Etapa Jerica - Valencia del Cid

Llevo varios días dándole vueltas a la cabeza y ya lo tengo decidido desde la crisis de Molina de Aragón: acabar la aventura en Valencia, lugar donde falleció el Campeador. Hombre!! yo no quiero acabar mis días igual que nuestro héroe, solo esta aventura. Jajaja

Ya son muchos días para estar fuera de casa, y aunque de los dos días de retraso, ayer he recuperado uno, considero que el ámbito deportivo está totalmente cubierto con casi 1200 km hasta Valencia; y el plano turístico también está de sobra culminado, dejando flecos y detalles para un futuro otro Camino del Cid en coche y con la familia. Así, los objetivos principales están casi al 100% cumplidos.

Me levanto para desayunar a las 8:30, dos tostaditas con colacao; -quiere algo más? Como fiambre?. -Por supuesto. -Quiere zumo? -Pues sí, gracias. De un desayuno que inicialmente parecía cotroso, se convirtió; en un muy buen desayuno.

Inicio sobre las nueve, callejeo un poco por Jerica para ver la Torre Mudéjar y las ruinas del castillo y salgo de la villa en busca de la Vía Verde.








Una vez en ella, tiro millas. Otra vez un aburrimiento en el plano deportivo. Llego a Algimia de Alfara y me salgo para comprar algo de papeo. Regreso a la Vía Verde, mientras el track se desvía por los pueblos; pues que se desvie!!!.











Sigo y se convierte en carril bici y termina en, escaleras? No puede ser!!!. Busco y no veo como se sigue. Así que al final decido retornar a la senda del track; tiro por una carretera que me lleva a Torres Torres, donde hay una comunión de una niña con banda de música y una mini mascletá (se nota que estamos en Valencia).








Sigo y encuentro el track y a seguirlo con alguna variante insignificante. Voy bajando suave hacia Benavites y Sagunto, previa a una subida sin importancia con una buena bajada posterior sin técnica alguna.











A Sagunto llego casi con 60 km encima a la una y media y voy rápidamente a la Oficina de Turismo a sellar. Después al casco histórico, barrio de la juderia y Teatro romano, con visita gratis. La visita al castillo lo dejo para otro viaje.

A yantar en una terraza, vigilando a la compañera, que ya no estamos en pueblines, donde no la puedes dejar sola sin problemas. Buen menu y con diseño. Comienza a llover, pero no me mojo, la bike un poco, pero le es bueno para limpiar de tierra los cambios. Mini tormenta de verano, pero sigue haciendo mucho calor.

Al acabar charlo con un albañil que estaba trabajando en una reforma; tiene una bici y se interesó por mi aventura. La pena que no tomé su nombre.

Continuo mi camino y sigo el track; a partir de ahora todo va a ser carretera o carril bici. La velocidad es tan alta que me embalo por el carril y me despisto de una desviación a PuÇol.





Analizo y resulta que da una vuelta y si sigo recto casi me lo volveré a encontrar en Massalfasar, así que continuo por el carril, aunque vaya al lado de una carretera con tráfico. Justo cuando me desvío para reencontrarme con el track, empezaba otra zona industrial (ya había pasado una).

Agradecí volver al trazado original evitando la agresividad de los coches y parques empresariales. Me parece muy aceptable ese pequeño rodeo anterior.

En Meliana recibo la llamada de Julio, encargado de gestionarme el transporte de la bici: por Seur, si llego antes de las seis, me la recogen esa misma tarde en el hotel; en caso contrario, la recogerían mañana.

En esto recibo un sms del bueno de Miguel Ángel con el nombre del hotel reservado, cerca de la Plaza de toros. Todo OK.

Llego a Valencia en un plis-plas, mucho antes de lo que pensaba; las ganas de llegar, me daba fuerzas y sin haberme aprovisionado desde la comida.





Son las cinco de la tarde del noveno día del noveno mes del octavo año del segundo milenio del nacimiento de nuestro Señor. Balansya ib Said ha sido tomada sin novedad y sin baja alguna de nuestras mesnadas. La villa está siendo saqueada, en especial, los zumos de cebada que tanto gustan a nuestras huestes.

Una vez llegado al hotel, gestiono el envio de mi compañera y me alojo, me aseo y hago una llamadita a casa. Al bajar me dicen que ya la han recogido. La pena me embarga. Es como si me desentendiese de lo que le pase, como si a la primera de cambio, pasara de ella.

Además, estoy en Valencia, cuyo medio de locomoción más práctico es la bici, y yo me deshago de ella. Error de bulto, ahora para callejear voy caminando. Llevo casi 1200 km encima de ella y ahora no la tengo por 3-4 km más. JOER!!!! Las prisas son malas consejeras.

Bueno, ahora ya está. Lo hecho, pecho. Sólo esperar qué llegue sin daño alguno.

Salgo CAMINANDO a recorrer el casco histórico, no sin antes buscar la Oficina de Turismo para sellar el salvoconducto y me digan dónde está lo que me interesa visitar, en especial la estatua ecuestre del Cid. El funcionario escucha muy interesado mis opiniones y comentarios sobre mi Camino, porque ha escuchado de todo.

Termino y salgo en busca de sus monumentos, visitando la catedral con su torre-campanario del Miquelete, el palacio de las Corts, la puerta de Serranos y la de los Quarts, callejeando por la calle de los Caballeros. He tenido tantas llamadas, que se me hizo noche y monumentos como la Lonja (Patrimonio de la Humanidad) tengo que dejarlo para mañana temprano, antes de mi regreso a tierras ourensanas, así como el gran hito de la estatua ecuestre del Cid. No puedo partir sin visualizarla.

Edición posterior: Quedé con Julio y su familia a las 9:30 de la mañana, por lo que me levanto muy temprano. A las 7:30 ya estaba despierto y a las 8:15 ya estaba caminando, una vez de realizar un buen desayuno, para visitar lo que me faltaba.

Antes de nada y lo más importante, la estatua del Cid. Peroooooo....!!!! No puede ser!!!! Está castigada fuera del casco histórico, como es posible? Llego a ella y le hago inmuerables fotos y pienso en mi compañera, de camino a casa; debería estar conmigo en estos momentos de emoción. Más bien tenía que haber llegado ayer aquí, antes de pasar por el hotel, con todo el equipo. Lo malo es que no te puedes acercar, por la cantidad de circulación que la está rodeando.

Despues me dirijo hacia la Lonja, visitandola por fuera, claro, a esas horas no hay visitas. Continuo hacia el mercado y entro para ver su inmensidad, todo repleto de fruta y género dispuesto a ser vendido en su totalidad. Vaya colorido. Unas cuantas vueltas más por la cité y regreso al hotel al filo de las 9:30 y con un calos sofocante, tanto que me ducho por segunda vez y me cambio de ropa.


















Llamada de Julio para disculparse por el retraso y me recoje con su mujer y su hijo Jaime en torno a las 10:00 para iniciar el regreso a Terra da Chispa.