Bueno, bueno, bueno. Hoy ha salido un dia rodador, en parte por el asfalto inicial y en parte por el suave perfil.
Salgo de Lugo después de desayunar y hacer unas fotos. Se sale por el puente romano, que de romano ya le queda muy poco, siguiendo las flechas amarillas. Adelanto a varios peregrinos con el saludo ortodoxo. Al poco las flechas llevan por una subida a la izquierda, dirección Melide, si bien yo sigo Miño arriba cara Sobrado dos Monxes, escapando de la marabunta del Camino francés y buscando un perfil más suave.
Un poco más adelante las indicaciones de carretera cortada. Caida de un puente sobre un afluente del Miño; ya me había informado Rafa de este suceso. De todas maneras, me acerqué al susodicho, no fuera que una bici sí pudiera pasar y un cuatro ruedas no. Negativo. Echo mano de la cartografía y localizo otro un pelín más arriba.
Todo controlado, pero por si acaso interrogo a un pescador que iba a la faena sobre la entereza del puentín y me responde afirmativamente. Ok, perfecto. Allá vamos.
La investigación fue muy fructífera, resulta que tomé un camino precioso de senderismo acolchado de hojas de roble que bajaba al afluente para convertirse en un maravilloso singletrack por la ribera en un paraje espectacular. Al llegar al puente, me dieron ganas de no cruzarlo y seguir el senderin río arriba. La cabeza pudo más y lo crucé.
Ahora había que enlazar con el track. Echando mano de la cartografía nuevamente encontré otro sendero que me dejaba justamente en la traza. Semitrialero en subida y me lo pasé "pipa" hasta que encontré barro a lo bestia. Ahora ya no podía retroceder. Lo salve como pude y efectivamente ya estaba en la traza.
A partir de ahora asfalto por carreterillas locales hasta enlazar con la carretera LU-232, donde la monotonía se apodera de la ruta, una carretera con buen arcén y firme y con muchas rectas y toboganes. Ahora subo, ahora bajo. Así todo el rato. Sólo la aparicion de un ciclista "de comprar pan" me despertó de mi aletargamiento. Ahora casi lo pillo, ahora se me escapa. Como el gato y el ratón, pero él con rueda fina y yo con una 2,30 delante.
Al llegar a Friol para a tomar un refrigerio que el puerto viene luego. Además lavo la bici y lubrico la transmisión. Casi me da un beso. Aparta! Qué nos ve la gente! Jeje.
Reaundo y me esfuerzo en plato mediano hasta la cumbre de 725 m de altitud. Una bobada. Casi al final de la subida, veo un grupo numeroso de peregrinos que se incorpora por la derecha, es el enlace del Camino del Norte. A partir de ahora ya se empieza a ver la señalización peregrinal, hasta el momento inexistente.
Una vez arriba me detengo a yantar que son las 13:25 horas. Un caldo gallego estupendo que repito, una tortilla francesa con chorizo y para rematar unas costillinas. Qué bueno. Había también unos peregrinos, compañeros de trabajo en Madrid y que han salido en Villalba, con los que charlo un poco.
Acabó pronto y me dirijo hacia Sobrado, a 6 km más allá y bajando. Visito el monasterio por fuera y algo de lo que me dejan ver los voluntarios cuando me sellan la credencial. Son las 14:35 y el horario de visita es a partir de las 16:30 y como no tengo ganas de perder mucho tiempo continuo mi ruta, a sabiendas que Sobrado era el fin de etapa planificada.
Me dirijo a Boimorto, siguiendo las flechas amarillas, ya que sigue siendo Camino del Norte. A veces por camino, y la mayoría por carretera. Llegado a Boimorto decido bajar 12 km hasta Arzua y luego seguir ya por él camino francés, que me es bien conocido de cuando lo realicé en 2006, y del que guardo buenos recuerdos.
En Arzua estampo sello e interrogo a la hospitalera sobre distancias a los siguiente albergues: 16 km al de Santa Irene y 3Km más al de Arca en Pedrouzo. Ok, a rodar, se ha dicho.
Me lo sigo pasando genial por la traza del francés y cuando llego al Albergue de Santa Irene, donde tenía pensado alojarme, no me permitieron dejar a buen recaudo a mi compañera. No me gusta dejarla en un pasillo fuera sin cerrar, no con los amigos de lo ajeno rondando por ahí fuera.
Así continuo hasta el siguiente Albergue. Ruedo un poco más, total que más da. A ver sí el otro son más permisivos con el tema de la bici.
Y efectivamente sí, el hospitalero es un mar de amabilidad, demasiado pienso yo. Claro! Cuando pagué me di cuenta, estaba en el privado, pero por lo menos la bici a buen recaudo. 10 euros por la tranquilidad. Y que más da. Además hay un grupo de chavales/as, de un grupo escolar, que le da un toque juvenil, alegre y festivo al tinglao este del Camino.
Distancia: 90,81 km
Tiempo: 7:09:10
Velocidad media: 12,60 km/h
Ascensión acumulada: 1441 m.
SALud desde Pedrouzo
domingo, 28 de marzo de 2010
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1 comentarios:
hola Calan: me encantan las conversacion que tienes con tu amiga, yo tambien le hablo. Aunque a mi me cuesta domarla mucho más.
Un fuerte abrazo , ya lo tienes ahí cerquita el final, disfruta.
ciao
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