Desde Mieres se sale por asfalto hasta el alto del Padrún, con unas buenas pendientes iniciales. Y por supuesto con lluvia, si bien antes de llegar al alto dejaría de llover y el agua me dejaría tranquilo durante el resto del día.
Una vez arriba, se desciende por una senda empedrada y resbaladiza por lo mojada que está. Tengo que sentarme en las alforjas para un mayor control de la bici, apretando los dientes, cosa que ya hice ayer en algunos tramos. La senda da a la carretera muy cerca de Olloniego y veo muchos ciclistas cuneteros y por equipos, subiendo y bajando la carretera con sus multiples colores. La explicación está en Olloniego, un gentío importante, la Guardia Civil motorizada y una gran pancarta con la palabra META entre otros símbolos de publicidad.
Voy saludando como siempre "qué hay? Salaos". Un saludo muy típico mío cuando me cruzo con otros bikers y que a mi hija le pone del frenopático. En ésto, mientras los equipos calientan, paso por la pancarta levantando los brazos con una amplia sonrisa, como si de un ganador de etapa fuera, con mis alforjas incluidas, ante la mirada y sonrisas de los asistentes.
Pasado Olloniego se cruza el Nalón donde se ve un puente medieval o romano, no se. A partir de ahí la traza sigue por un camino empedrado con una pendiente imposible para mi. Así después de analizar el track y cartografía, decido subir por asfalto hasta Manzaneda un cachín para luego recuperar la traza, que ya sufrí demasiado ayer. Aunque la subidita se las trae, en platín dandolo todo y a ritmín, se sube perfectamente.
Nuevamente en la traza caminera, sigue subiendo y por fin baja..., para volver a subir, aunque esta vez ya es todo por carretera o camino cementado. Cuando empezamos a bajar definitivamente, se observa todo el rato la capital del Principado.
Llegado a Oviedo, se empiezan a ver grupos de peregrinos iniciando el Primitivo, así como signos inquívocos del Camino. Voy despacio por sus calles y entro en catedral para ver al Salvador, talla en madera que no le hago foto por prohibición expresa de las autoridades clericales y por la escasa luz para hacerla furtivamente sin flash.
Una vez acabada la visita, reposto combustible sólido y líquido para dirigirme a Santa María del Naranco y a San Miguel de Lillo, separadas entre sí por escasos 400 metros esas dos joyas del prerromanico. El acceso lo hice por carretera y a veces por el tramo para caminantes y vaya petada, por Dios!!! Para asombro de los visitantes de verme llegar dandolo todo como un campeón. Por cierto, llego a las 12:45 y cierran a las 12:30 los domingos. Mala Suerte!!!
Santa María del Naranco. Marzo 2010 |
San Miguel de Lillo. Marzo 2010 |
Un buen rato estuve allí deleitandome y decido partir no sin antes llamar a Rafa para ver como van. Estaban subiendo La Espina por carretera que los caminos están muy embarrados. Después de charlar con él, que le supo a gloria mi llamada para descansar, continúo mi camino buscando un enlace un poco más adelante con la senda peregrinal para no volver a Oviedo, cosa que hago a las 13:45 en San Lázaro de Planiceres con tan sólo 25 km en mi haber.
Reposto allí mismo antes de seguir hacia Grado, que tiende a bajar con la excepción de la tachuela del Escamplero, qué hago toda por carretera con gran esfuerzo desentendiendome de la traza que baja a lo tonto perdiendo cota de altitud y llegar al mismo punto con una pendiente más pronunciada.
Arriba descanso un ratín para continuar un sube-baja hasta llegar a Grado. En Grado empieza una buena petada que sube al Santuario del Fresno. Analizo y decido seguir por carretera de manera más llevadera, pero al llegar al punto de separación.. Qué carajo!!! Para qué estamos aquí. Por el Santuario y realmente es una buena subida.
Una vez arriba compruebo que el Santuario del Fresno no está en la traza y hay que desviarse unos 400 metros a la derecha. Una vez visitado, retorno al punto del desvío y continuo todo para abajo hacia Cornellana. Mucha pendiente hasta el pueblo, con alguna zona pedregosa. Las alforjas hace días que se sueltan de la parte inferior en zonas de este tipo.
Cuando llego a Cornellana, analizo la hora y la traza que me espera, decidiendo seguir hasta Salas por la traza peregrinal. Aún así, es un poco ilógica como en otras ocasiones, en vez de seguir por la vega del rio hacia Salas en una subida cómoda, da un rodeo bordeando Cornellana para pasar por el Monasterio de San Salvador, y proseguir por una subida dura e inmediatamente bajar hacia Salas.
Esta decisión merma mis fuerzas que ya están un poco bajas, haciendome sufrir en la subida comentada, aunque sea un tramo de carreterilla asfaltada. Menos mal que en Cornellana me hice con un acuarius grande y un toblerone, cuando compré unos pulpos para las alforjas, asegurando así que no se suelte el amarre inferior al transportín.
Y como ya se me hacía tarde y la noche se me venía encima, a 4 km de Salas decidí ir por carretera con la iluminación puesta. Una vez llegado, tardé encontrar alojamiento, ya que cambiaron las personas que llevan el albergue nuevo, ahora tiene las llaves en Casa Pacita, muy amables y por supuesto fui a cenar allí a darme un homenaje después de 71 km y más de 1600 metros de acumulado.
En el albergue coincidí con dos peregrinas que, a su vez, coincidieron ayer con los gaditanos, y mucha juerga se traían ellos, según ellas. Y menos mal que no se enteraron que Agustín es de Bouzas al igual que una de ellas. Bouzas es un barrio de Vigo.
SALud desde Salas
4 comentarios:
Calan, te faltaba el grupín que en la ruta del Magosto ourensano salieron a victorearos en medio del monte... A lo mejor es que les faltaba una sidrina, aun. Ánimo. Te seguimos.
Hola amigo,ánimo que ya falta menos. Buscate una buena masajista para que no se te suban los gemelos...............
Saludos, Chin
Hola padrino,¿como va esa ruta?muchos ánimos y besos de tus sobrinos y ahijado.
Marcos, Pablo y Maria.
Que lujo el leerte y eso que estás cansado. Espero que hoy haya sido menos agotador.
¡No se yo!
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