miércoles, 12 de septiembre de 2012

CSI 3 Puente de Domingo Florez a Quiroga

Martes 28: El día amanece lloviendo ligeramente. El suelo está mojado pero no me preocupa en exceso ya que las predicciones son buenas desde prácticamente primera hora de la mañana. Desayuno en la cafetería del Hostal, después de preparar las alforjas y dejar todo listo para la partida.

Inicio la marcha con el chubasquero puesto cerca de las 9:20, por el puente sobre el río Sil que separa Puente de Domingo Florez de Quereño, en ascenso para recorrer parte de este pueblo. En realidad, se da un pequeño rodeo ya que volvemos a bajar salvando una presa de la subestación eléctrica.




Justo al pasar la presa, hay que esforzarse muy mucho a causa de una enorme pendiente con piedra suelta donde hay que darlo todo. Subí encima de la bici, pestañeando un poco con las pulsaciones al límite debido al 23% de pendiente. Una vez arriba en la Peña del Cuervo se desciende vertiginosamente nuevamente al Sil, con unas buenas vistas de este río, que será el protagonista indiscutible en la jornada de hoy.




Este descenso nos lleva a las vías del tren, rodando a su lado un rato sobre un firme pedregoso complicado al ser piedras sueltas de las propias vías. Hay que tener cuidado cuando se cruce la vía en un paso cegado por su peligrosidad que nos conduce a un camino de tierra en ascenso con mejor firme que luego desciende a Pumares.




El camino vuelve a subir despues de Pumares con buen firme. El río y las vias del tren van quedando abajo y tambien las empresas pizarreras. Las vistas son buenas tanto del paisaje como de la industrialización de la zona.







La llegada a Sobradelo se hace en descenso, siendo una villa muy curiosa con su Ponte Nova sobre el Sil con sus siete ojos. La traza no lo atraviesa ni se acerca al mismo, por lo que lo inmortalizo de lejos cuando estoy saliendo del pueblo.






El tramo a Éntoma se hace por carreterilla comprobando en el paisaje los estragos del gran incendio de este verano en Valdeorras. Se entra en el pueblo atravesando su puente romano y en la mismo podemos contemplar la arquitectura popular y su iglesia con advocación a San Juan Bautista con una curiosa espadaña y una Cruz de Malta en su lateral.








La salida de Éntoma se hace con un buena ascensión con piedra para adentrarnos en un bosque rodando por una pista que ha sufrido las consecuencias del infernal fuego. Este tramo podría ser precioso pero no es así, tardará años en recuperar su estado natural. Una pena.






Se desciende para entrar en O Barco de Valdeorras y se atraviesa por su calle principal, Marcelino Suarez. Villa con mucha actividad y exceso de circulación por donde ruedo. Las indicaciones las pierdo o no están a la vista, pero por donde voy es la traza correcta. Me detengo en la plaza del Concello para analizar mis notas y decidir alejarme del peligroso tráfico. De este modo, giro hacia el rio y sigo un camino a la vera del Sil hasta que se muere y me obliga a retornar a la carretera que lleva a Arcos, donde un poco más allá me re-encontré con las indicaciones camineras.





Desde Arcos se sigue por carretera hacia Vilamartín de Valdeorras, entrando por el malecón. Al lado de las piscinas está el albergue donde tenía pensado pernoctar como fin de segunda etapa. Llevo medio día de adelanto. Un refrigerio y a seguir para comer en A Rúa, a la que llego despues de ir por carreterilla al lado de la presa de Santiago.











En A Rúa sigo por la traza oficial y cuando llego la iglesia de Fátima Fontei, me desvinculo de la traza peregrinal para descender al centro de la villa para un buen almuerzo. Despues de descansar un poco doy una vuelta por el pueblo para buscar su Puente romano de La Cigarrosa y que no está en la traza.






Regreso a la iglesia de Fátima Fontei para continuar el viaje y tomar una senda al lado de la N-120 de la que se separa tomando la carreterilla de tercer orden que nos lleva a Albaredos. Se trata de una subida tendida por carretera con unas vistas impresionantes de la comarca y del Sil.










Una vez en Albaredos, punto más alto de la etapa de hoy, me lio un poco pero enseguida recupero la senda buena para descender a Montefurado, primero por la carreterilla y despues por una buena bajada con firme aceptable, terrero al principio y con carbón despues.






En Montefurado se vuelve a ascender una vez se pasa la iglesia de San Miguel, primero por una senda aceptable y despues por un camino de piedras grandes escalonadas con mucha pendiente, donde hay que hacer un poco de "empujing" del bueno. Después se torna un poco más llevadera por una senda estrecha pero complicada por el firme hasta Ermidón. Según se sube hacia Ermidón podemos contemplar como el monte está "furado" por los romanos.










Pasado Ermidón, la traza desciende por carretera y hay que estar atentos porque la senda peregrinal se desvía por una camino a la derecha al lado de una construcción en ruinas. Es la Venda Nova. Mientras la carretera sigue descendiendo, por este camino mantenemos cota de altitud, aunque haya algún repecho que otro. Las vistas de este tramo son magníficas, incluso se pueden contemplar las montañas de O Invernadoiro.







Este camino conduce a la carretera que asciende a Bendilló justo a la altura de la capilla de San Xoán, donde hay un molino de aceite. Allí se encuentra el sr. Mario, un vecino de Madrid natural de la zona que está de vacaciones en su jubilación, dejando a su familia en la playa. Una larga y fructifera charla con Mario me hizo descansar y tomar algo de resuello para afrontar la subida a Bendilló, no sin antes dejar que me deleitase con información sobre el molino y la romería que se celebraría al día siguiente en esta misma capilla.





El tramo hasta Bendilló tiene buena pendiente pero a favor tiene que no es muy largo y que se hace por asfalto. Arriba se puede disfrutar del agua fresca de una fuente que hay debajo de la carretera cuando salva un arroyo en medio del pueblo. La verdad es que di con ella gracias a los vecinos, que además me pusieron sobre aviso del duro descenso a Soldón.



Efectivamente, duro por la pendiente más que por el firme, pero hay que estar alerta y controlar bien la bici en la bajada. Una vez en Soldón, un area recreativa con bar me invitó a quedarme otro rato disfrutando del Sil, mientras tomaba mis notas y pasaba el rato charlando con una joven tabernera y un rapacico que se sentaron conmigo para indagar sobre mi, mientras otro grupo de chavalillos jugaban plácidamente con unas piraguas en el río.




Sería un placer quedarme en este tranquilo y apacible lugar, pero... Así, después de pagar la consumición y viendo lo tarde que era, me despedí de mis compañeros de mesa y continué la ruta para seguir hacia Sequeiros, donde a la entrada del pueblo se cruza un tunel a nuestra derecha salvando la infernal N120. Ahora se sigue en fuerte ascenso por el camino de servicio de la carretera para descender nuevamente y llegar a Novaes.




Se sigue descendiendo hasta divisar en un alto el Castillo de Torrenovaes al que hay que llegar con su correspondiente pequeño ascenso. Tomo unas fotos del mismo y de la capilla en la plaza.







Aquí, mis notas son contradictorias, según la web Independentrip, desde la plaza hay que seguir a la izquierda para bajar hacia la N120, de hecho se ve una flecha amarilla indicando esa dirección, sin embargo la web caminodeinvierno.com dice lo contrario: tomar a la derecha en la plaza para descender hacia un puente medieval.

Como escucho ruido en una casa cercana, pregunto a la persona en cuestión y me informa con seguridad que el camino verdadero y muy antiguo es el que baja hacia el puente. Dandole las gracias prosigo a la derecha y en seguida veo una señal vertical de madera inconfundible del Camino de Invierno.

Sigo bajando por una senda poco transitada y atravieso el puente medieval, que no se aprecia por la cantidad de vegetación y maleza que lo cubre. Luego la traza vuelve a ascender con firme de piedras, a veces escalonadas, pero mucho más fáciles de encarar que las de Montefurado. De este modo, salvo en su primer tramo, lo hago casi todo montado encima de la bici gracias a la pericia de estos años de biker. Mientras se asciende se contempla el castillo desde otra perspectiva. El camino es digno de ser rodado por este trazado.






Pasado este trazado técnico, se llega a Caspedro, donde por error de indicaciones me pierdo de la traza, el motivo fue seguir una indicación de senderismo hacia la derecha comprobando que había una flecha amarilla indicando a la izquierda, pero tachada. Eso fue lo que hizo errar.

En Caspedro hay otra variación, que dada la hora que era, decidí no hacer y suponía ascender a Hospital y dar una vuelta por un camino antiguo hacia el Santuario de a Ermida para descender después a Quiroga.

Así con mi pérdida en Caspedro, entré en Quiroga por la carretera que viene de Ribeira de Arriba, busqué el albergue juvenil y me alojé cómodamente para luego ir a darme un pequeño homenaje.


Señalización: sigue siendo discreta, a veces escasa, con mojones con la vieira, señalización vertical de madera y ya en Galicia se comienzan a ver la flechas amarillas colocadas en zonas estratégicas o conflictivas.


Datos Garmin 62S

Distancia: 67,20 kms.
Duración: 11:46:15
Tiempo detenido: 4:19:09 incluye fotos y descansos para repostar
Velocidad media en movimiento: 9 km/h
Velocidad máxima: 47 km/h

Ascensión acumulada: 1.215 m.
Descenso acumulado: 1.293 m.
Altitud máxima: 486 m.
Pendiente máxima: 19,6%
Pendiente mínima: -22,8%
Pulso medio: 98 p/m
Pulso máximo: 160 p/m










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