miércoles, 13 de julio de 2011

Orleans - Chaumont-sur-Loire

Después de preparar las alforjas y asearnos, bajamos a desayunar en el mismo hotel donde nos alojamos (Hotel de París) a las 7:30

El camarero muy atento nos puso un desayuno de campeonato, que nos dio fuerzas suficientes para afrontar una etapa de transición por la vía del Loira de 65 km, que al final se alargo a algo más de 85 km.

Nada más arrancar, sin salir de Orleans, comenzó a llover y fuerte. Juan indicó que él iba tirando antes, mientras Agueda yo nos componíamos para combatir la lluvia. Nos pusimos los chubasqueros, si bien esperamos unos minutos a que disminuyese la intensidad de la lluvia, que en esos momentos era un aguacero.

Cuando amainó ligeramente, nos pusimos en marcha. Estupenda salida de Orleans, Loira abajo, por unos senderos y veredas al lado del río, nada que ver con lo realizado hasta ahora. Una pena de lluvia que nos dejó los pies calados y sin poder disfrutar al 110% del trazado.





Poco antes de Menug-sur-Loire dejó de llover empezando a gozar un poco más del camino, contemplando las fortificaciones que jalonan el Loira. Llegando a Beaugency nos encontrarmos con Juan, y coincidimos sobre la maravilla de este tramo.





Decidimos ir a la villa a comprar algo de alimento que comimos en la misma plaza del pueblo, además de llevar un repuesto para más adelante. Una vez acabado el refrigerio, nos despedimos de nuestro amigo pues él tiene pensado quedarse en Blois y nosotros en Chaumont, toda vez que acepté la petición de Agueda de llegar un poco más allá.











Ese "poco" más allá suponía aumentar la ruta prevista de hoy en 23 km. hasta un total de 88 km. La petición parece que está motivada a una mejoría de sus fuerzas además de su decisión de llegar cuanto antes a Tours para regresar a casa.

La verdad es que se la ve mejor, con más ánimo, con más conversación durante la ruta, y sin tener tanto el ceno fruncido. Estas charlas con el padre le están viniendo bien. Creo que empieza a valorar a las personas por lo que me transmite.

Una vez despedido de Juan, regresé para comprar más pan y continuamos la ruta, que discurre por un antiguo trazado del tren convertido en vía verde y, lamentablemente, asfaltado.





Antes pasamos por una zona de hierba donde la chiquilla supo lo que era rodar por verde, con el gran esfuerzo que supone. En este tramo, se observa gran cantidad de aves relacionadas con la ribera. Garzas, anades y otras especies es lo que vimos. Hasta creo que en este lugar hay un microclima propiciado por la central nuclear a orillas del Loira.








Justo antes de Blois nos detuvimos en una zona de descanso y nos dispusimos a descansar y comer algo más.

Seguimos y según llegábamos a la villa contemplamos su magestuoso puente con su torre central. Me entusiasmó. Después vimos desde abajo su castillo, cuya visita la dejamos para mejor ocasión. Qué buen fin de etapa sería Blois, pero no pudo ser.














La ultima parte de la misma consiste en una vía asfaltada hasta Candé-sur-Beuvron, y de aquí en adelante, en vez de seguir hacia La Rabe subiendo una meseta para luego volver a bajarla, continuamos directamente hacia Chaudemot sur Loire por una vía de sabrego y que reducia, además de kilómetros, esfuerzo por carecer de subidas.








Ya en Chaumont, en la oficina de turismo, nos buscaron alojamiento en Onzain, a 2 km. De Chaumont, al lado de la estación de ferrocarril. Viviendo al lado de la vía del tren, espero no terneros problemas con éstos.

Veremos mañana si continuamos después de Tours o no, después de la charla de la cena, que estando emborricada con marchar a casa desde Tours, me reconoció hoy que le daba pena abandonar ahora pero que estaba muy cansada, y es para estarlo, con cerca de 80 km el primer día, 82 el segundo y 85 el tercero, a pesar de ahorrar unos pocos kilómetros.

El trazado sigue siendo muy light, con excepción de la salida de Orleans, que siendo suave, las veredas eran preciosas al lado del Loira, que lo tuvimos casi siempre a nuestro lado hasta Blois.

Observar que la falta de Juan, nuestro interprete, se hizo notar, además de su compañía, de la incomunicación casi absoluta que a veces pasé por mi ignorancia del idioma nativo, que sumado a estar en la Francia un poco profunda, algunos lugareños no disponían de un segundo idioma de referencia. Si continuamos la travesía, es posible que nuestros caminos se vuelvan a encontrar.



SALud desde Onzain.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigo tu crónica a diario desde Madrid. Soy Beginner, forero de Foromtb. Te saludé el verano pasado en Ourense. Estabas con Grim en el San Martín dispuestos para una salida y te sorprendiste, pues tú a mi no me conocias, aunque yo a ti si por las fotos del Foro.
Mucho ánimo para los dos, en especial para Águeda. Es normal que tenga dudas ante la ruta, pero cada día que pase es un día ganado y disfrutado.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Amigo Ignacio, enhorabuena por la aventura que estas viviendo, se te lee que disfrutas y que estas orgulloso de tus charletas padre-hija y de vivir esta aventura en su compañia. A Agueda no la conozco personalmente, pero veo que es una valiente y desde aqui le mando animos para que aguante todo lo que pueda, con el tiempo se sentira orgullosa y disfrutara enormemente de los recuerdos. Animo a los dos desde Ourense. Saludos
Eliseo

Anónimo dijo...

Para Agueda:
Los demonios siempre acuden a nuestra cabeza en los momentos más duros. Sin embargo, son estos los que nos hacen más fuertes. No dudes en seguir. La recompensa será grande. La madurez te acecha...por eso tus dudas.No te doblegues y sé fuerte. Demuestralo!!!
Un saludo

Anónimo dijo...

Julio