jueves, 14 de julio de 2011

Tours - Chatellerault

Despertamos algo más tarde, bajando a desayunar sobre las 8 de la mañana. Un buen desayuno en el hotel. La salida de Tours se hace cruzando el río Riviere y yendo a su lado pocos kilómetros, hasta que giramos a la derecha dejando definitivamente el Loira.




La etapa de hoy se caracterizó por ser llevada con un estado de ánimo infinitamente superior a la de los días precedentes. La sonrisa se instauró en su cara, casi de forma permanente, con excepción de algún quejido por las molestias musculares, así como las rozaduras donde apoya el sillin. Aunque por ser veterano, no estoy exento de estos rigores del sillin, que también los vengo sufriendo un poco más callado, pero estigmatizando también.





Pasamos de los viñedos de ayer a recuperar trigales y los extensos campos de girasoles, quizás de mayor superficie que los de días anteriores. De igual forma el trazado es bastante llano y sigue teniendo mucha carretera local, salvo algunos casos puntuales. Hay que decir que en algunos tramos hay variantes para bicicletas, y normalmente va por carretera. Nuestro track sigue esas variantes, por lo que he podido apreciar, si bien el alguna zona he seguido las indicaciones amarillas, resultando algo divertido. Pero en este camino no puedo forzar demasiado.








En Montbazon casi no paramos, pero en Sta. Catherine de Fierbois nos detuvimos a visitar su iglesia y a comprar unas provisiones que nos merendamos en ese mismo lugar. Al iniciar decidí seguir la traza caminera que nos llevó por unos caminos de hierba en medio de trigales para luego bajar un río con una ascensión durilla con piedras, sin ser muy excesiva, donde en el plato del medio y piñon grande, sentado en la punta y muy inclinado sobre el mantilla solvente sin dificultad. Si bien, ella en molinillo no pudo completarla, normal, pero me llamó mi atención que dijese que esos tramos así le gustaban más. Que será de mi cuando pruebe mi bici de doble suspensión?

















En La Celle de St. Avant-garde nos Detuvimos a tomar un refresco y al iniciar nuevamente nos encontramos con el Gran Mambru, que se quedaba a descansar un poquitín. El pernoctaría en Andre. Nos despedimos hasta nuestro próximo encuentro y partimos nuevamente. En Les Ormes entramos en el recinto del castillo, no a la usanza española, sin murallas, ni almenas, y más parecido a un palacio.





A partir de aquí seguimos la carretera N-10 por un carril-bici durante unos kilómetros hasta un polígono empresarial, después ya por la N-10 con cierta densidad de tráfico, no siguiendo el track que da unas vueltas por carreteras locales. Y la verdad es que ya nos cundió y teníamos ganas de llegar a Chatellerault. Al final sobre las 5 de la tarde nos plantamos delante del Hotel de Ville.











SALud desde Chaterellault.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoa Agueda, me alegro que hayas vencido tus miedos.
Ahora empieza a disfrutar de esos paisajes, de sus gentes,de sus pueblos, de ese padre que tienes, de esa alma candida, que soporta los avatares de vuestro camino.
Eres un orgullo de hija( y tu hermana otro)
Buen camino

calan dijo...

Hoy hemos probado las famosas crepes de la plaza de Chaterellault, efectivamente están muy buenas, sí bien, no tienen nada que envidiar a las que hace Agueda cuando se enfada. A mayor nivel de enfado, mayor la calidad de sus filloas, como decimos en Galicia.

SALud

calan dijo...

Por cierto, está asombrada con las chicas francesas, son todas altas y delgadas. Y sí, tiene razón, hasta me empiezo a preocupar de mi mismo, vaya ojazos tienen!!! jejeje.


SALud

Unknown dijo...

Enhorabuena Agueda, lo vas a conseguir. Ignacio, que bien te salió el farol. Muchos ánimos a los dos.

Roberto dijo...

Animo Águeda, dale caña a Ignacio!!!
Ignacio bribón como te lo montas.

Abrazos a los dos
Roberbolo.

Luciano dijo...

Después de varios días con el corazón en un puño, me alegra que todo se vaya solucionando, tal como hablamos, Maese. Muchos ánimos para esa valiente!!!.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ignacio, ayer hablé con tu mujer y me contó todo. No había leido nada estos días (en la playa). Supongo que no lo habrás pasado nada bien, es la vida, pero creo que ella ha aprendido bastante con esta lección.
Un abrazo para los dos.

Miguel Angel

Eligio Domarco dijo...

Ignacio, Agueda... ¡Que gran aventura! Que sepais que muchos os envidiamos... Ánimo, valientes.

Anónimo dijo...

mucho animo nacho desde zaragoza te seguimos un beso