viernes, 29 de agosto de 2008

Etapa Miño de San Esteban - Berlanga de Duero

Me levanto molido, no he dormido casi nada, entre el colchón de lana y el trajín de gente con la puerta del ayuntamiento, sí digo bien; resulta que en la parte de arriba está la antigua vivienda del secretario y se usa ahora para los que vienen de fuera y son del pueblo y no tienen sitio. Y claro, todos jóvenes y entrando a horas distintas de la noche.

Aún así algo he descansado. Espero que esta noche sea otra cosa, un poco más cómodo y ducha con agua algo caliente.

Otra detalle: estoy lleno de ronchas de mis amigos los tabanos, en la cabeza, en las piernas, brazos, hombros, en todo el cuerpo menos la zona protegida por la badana, jajaja.

Me preparo, visito el exterior de la iglesia y voy a la fuente del pueblo, a la salida del mismo; reparo una de las cámaras. La de ayer parece que mantiene presión, la hincho un poco más y desayuno a base del medio bocata jamonero de ayer, un plátano y una naranja. ¡Toma desayuno!, ya quisieran algunos...





Inicio y enseguida llegó a San Esteban, pasando por viñedos, no grandes extensiones, pero viñedos de todas formas. Se entra en el pueblo atravesando el río Duero.

 

En San Esteban visito los lugares emblematicos sin subir a las ruinas del castillo. Vuelvo a desayunar, ya con leche con colacao y madalenas, mientras espero por la Oficina de Información y Turismo para sellar y charlo con el dueño y clientes: "vas a subir a Vildé? Pues te acordarás de la subida".




























A las 12 decido continuar y pasar de sellar, supuestamente abrían a las 10. Antes me había aprovisionado de efectivo y de dos cámaras antipinchazos. No tenían cubiertas decentes ni del 2.0, y como el mecánico me vio con cara de desesperado me regaló una vieja con un taqueado en mejor estado que la que tengo.

Así pues reaundo por un camino qué se vuelve senda a lo largo del río, hasta qué se separa para dirigirse hacia Pedraja con sus palomares. En Alcubilla del Marqués me paro a reponer agua mientras converso con un vecino y observo su iglesia gótica.









Solo faltan 7 km para el Burgos de Osma, y cuando llego de forma espectacular por una garganta calcarea, voy haciendo fotos por doquier. Espectacular. Su castillo musulmán, su plaza, sus calles, el entorno todo. No me extraña que la declararan Conjunto Histórico Nacional.





Imposible verlo todo, me tomo algo refrescante delante de la catedral y después un buen yantar a base de morcilla de Burgos y solomillo al cabrales regado por agua y una, solo una, copia de Ribera, que para eso estamos en la zona.







Una vez acabado el yantar, llamar a la familia, espero hasta las 4:30 a que abra la Oficina de Información y Turismo para sellar el salvoconducto. En la espera hago la digestión y charlo con un grupo de visitantes de Negreira.















Inicio sobre las 5 en dirección a Navapalos, pueblo con una atalaya arabe vigilando el Duero. Pueblo fantasma con arquitectura popular y una bandera pirata. Mejor sigo rápido mi camino, si bien me impresionó y le hice varias fotos.







Sigo por carretera hasta Vildé, y me acordé del dueño del bar en San Esteban: hombre! La subida es fuerte pero éste nunca ha subido la Costiña de Canedo.







Después de la petada, bajamos a Vildé, como? Sí bajamos, pues entonces para qué subimos? Para ver el dominante y espectacular castillo de Gormaz, también se contempla la llanura castellana con Navapalos y otra atalaya más. Al fondo se ve la garganta que conduce a Osma, no hay palabras que lo describa.







En Vildé, reposto agua delante de una tropa de jubilados muy amables con los que charlo con ellos. Hasta me hacen una fotos en la fuente del pueblo.

Es curioso, en todos los pueblos para entablar conversación sobre la potabilidad del agua, todos me dicen qué no, pero qué siempre han bebido de ella, aunque ponga explícitamente "no potable". Yo reposto y punto, qué es mejor, morir de deshidratación o de un retortijon de estómago?





Paso por Recuerda pero voy por carretera, ya que la información es un trazado poco definido y no quiero sufrir otro Pinarejos.

En todo momento el castillo de Gormaz está dominante y vigilante. Antes de Recuerda, visito el puente romano, que de romano tiene bien poco. Un joven pescador estaba intentando pescar su chancleta que se le había caído al agua. Suerte majo.











Prosigo y pasó por Morales y Aguilera, para llegar a Berlanga de Duero, no sin antes hacer unas puestas de sol con el castillo de Gormaz al fondo.








Miguel Ángel me ha reservado en una hotel: Posada los Leones. Gente amable que se interesó por mi aventura. Para cenar restaurante Vallecano a darme un homenaje, recomendado por el mismo amigo.

Saludos y hasta mañana, en la que parte de la ruta estaré acompañado por Miguel Ángel.

1 comentarios:

Sebastian dijo...

Ánimo Ignacio.
Espero que disfrutéis los dos en la etapa de mañana.
Tienes que tirar palante, con dos egggs.
Gracias por compartirlo.